En lo que va del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició pesquisas por 149 casos relacionados con violaciones a las garantías de periodistas en el país, cifra que (en menos de dos años) representa 54 por ciento del total de los expedientes que ese organismo abrió en todo el sexenio de Vicente Fox (275) por situaciones similares.
Por ello, el organismo presidido por José Luis Soberanes Fernández manifestó su preocupación “por el incremento generalizado de agresiones en perjuicio de los comunicadores, principalmente en caso de homicidios y desapariciones, así como por la impunidad para castigar esos delitos”. Por lo anterior consideró que existen evidencias para asegurar que en México “el periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo”.
Funcionarios de ese organismo nacional informaron que tras el asesinato de Alejandro Xenón Fonseca Estrada, locutor de una estación de radio de Tabasco, baleado cuando colocaba mantas contra el narcotráfico, la CNDH pidió medidas cautelares para sus familiares y para los trabajadores de esa emisora.
En casi 22 meses de la administración calderonista la CNDH ha iniciado investigaciones por cinco desapariciones de periodistas, contra las tres que se realizaron por el mismo delito en los seis años de foxismo.
De seguir esa tendencia, las cifras de quejas por homicidio también superarían a las del sexenio anterior, pues del primero de diciembre de 2000 al 30 de noviembre de 2006 el Programa de Agravios a Periodistas de la CNDH investigó 26 asesinatos de reporteros, mientras que del primero de diciembre de 2006 a la fecha ese organismo han iniciado averiguaciones por 12 homicidios de comunicadores, que representa casi 50 por ciento, en menos de dos años, de la cifra anterior.
Por ello, el organismo presidido por José Luis Soberanes Fernández manifestó su preocupación “por el incremento generalizado de agresiones en perjuicio de los comunicadores, principalmente en caso de homicidios y desapariciones, así como por la impunidad para castigar esos delitos”. Por lo anterior consideró que existen evidencias para asegurar que en México “el periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo”.
Funcionarios de ese organismo nacional informaron que tras el asesinato de Alejandro Xenón Fonseca Estrada, locutor de una estación de radio de Tabasco, baleado cuando colocaba mantas contra el narcotráfico, la CNDH pidió medidas cautelares para sus familiares y para los trabajadores de esa emisora.
En casi 22 meses de la administración calderonista la CNDH ha iniciado investigaciones por cinco desapariciones de periodistas, contra las tres que se realizaron por el mismo delito en los seis años de foxismo.
De seguir esa tendencia, las cifras de quejas por homicidio también superarían a las del sexenio anterior, pues del primero de diciembre de 2000 al 30 de noviembre de 2006 el Programa de Agravios a Periodistas de la CNDH investigó 26 asesinatos de reporteros, mientras que del primero de diciembre de 2006 a la fecha ese organismo han iniciado averiguaciones por 12 homicidios de comunicadores, que representa casi 50 por ciento, en menos de dos años, de la cifra anterior.
Emir Olivares Alonso, La Jornada, 27 de septiembre.
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