A consecuencia del calentamiento global, los cambios climáticos y de temperatura del mar, así como la sobreexplotación pesquera, los volúmenes de captura de diversas especies ribereñas y el pulpo son cada vez menores y en el caso del molusco este año presentará una caída del 60% en Yucatán, aseguran investigaciones del Centro Regional de Investigación Pesquera de Yucalpetén (CRIP).
Aunque el calentamiento global y los vaivenes en la temperatura del mar son factores que inciden paulatinamente, se estima que a futuro estos cambios tendrán como efecto la pérdida de especies y del descenso en la producción de pulpo, mero, camarón, langosta, entre otros.
El director del Centro Regional de Investigación Pesquera, Álvaro Hernández Flores, explica a EL UNIVERSAL que los pescadores tienen la percepción de que el descenso en las pesquerías es “dramático”. Aunque no es una caída tan radical, dice, la pérdida sí es notoria.
Las investigaciones han demostrado que la temperatura de los océanos es de 3 grados por arriba de la de hace 50 años, comenta el especialista. Estos vaivenes provocan la baja de producción del molusco.
En el caso del pulpo, cuya temporada inició el 1 de agosto pasado y terminará el próximo 15 de diciembre, el volumen de captura va en evidente descenso, pues el año pasado se contablizaron unas 18 mil toneladas del molusco y este año se prevé que no se alcance esa suma. El funcionario dice que el volumen de 2009 también influye en que las cifras de este año sean malas.
En la anterior temporada, menciona, se advirtió a los pescadores de las consecuencias que podría causar la captura excesiva. La recomendación a las 3 mil 200 embarcaciones y 16 mil pescadores yucatecos fue que no excedieran las 11 mil toneladas.
Expectativas negativas
A diferencia de las 18 mil toneladas capturadas en 2009, este año no hay un panorama alentador. Álvaro Hernández comenta que se puede aspirar a sumar 2 mil toneladas. Si esto se compara con lo alcanzado en 1996 y 1998, de 20 mil, la caída es de 90% en poco más de una década.
El investigador afirma que igual en la agricultura, en la pesca también hay ciclos malos. “Hay años buenos y malos, y este es el caso del pulpo”.
Subraya que los cambios de clima, los frentes fríos, la variación en la temperatura del océano, la marea roja y otros factores como la sobreexplotación pesquera, es lo que ha reducido los márgenes de captura.
También precisa que una buena parte de los pescadores ribereños tuvieron oportunidad de capturar pepino de mar con lo que prácticamente se balancearán ante la mala temporada de pesca del pulpo.
El director de Pesca de la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesca del gobierno de Yucatán, Delfín Quesada, señala que es fundamental que investigadores de diversas instituciones trabajen más para aclarar comportamientos que están registrando la flora y fauna del litoral. Coincide en que es necesario respetar las vedas y dice que el descenso en la captura mantiene en la incertidumbre y la necesidad a miles de pescadores yucatecos. Menciona que se debe apoyar a investigadores para que trabajen en detallar el porqué de los cambios climáticos que se presentan.
Mientras, los días se agotan para la temporada de captura que el 15 de diciembre se cierra pero, ante el panorama nada positivo, se prevé ampliarlo 15 días más.
Aunque el calentamiento global y los vaivenes en la temperatura del mar son factores que inciden paulatinamente, se estima que a futuro estos cambios tendrán como efecto la pérdida de especies y del descenso en la producción de pulpo, mero, camarón, langosta, entre otros.
El director del Centro Regional de Investigación Pesquera, Álvaro Hernández Flores, explica a EL UNIVERSAL que los pescadores tienen la percepción de que el descenso en las pesquerías es “dramático”. Aunque no es una caída tan radical, dice, la pérdida sí es notoria.
Las investigaciones han demostrado que la temperatura de los océanos es de 3 grados por arriba de la de hace 50 años, comenta el especialista. Estos vaivenes provocan la baja de producción del molusco.
En el caso del pulpo, cuya temporada inició el 1 de agosto pasado y terminará el próximo 15 de diciembre, el volumen de captura va en evidente descenso, pues el año pasado se contablizaron unas 18 mil toneladas del molusco y este año se prevé que no se alcance esa suma. El funcionario dice que el volumen de 2009 también influye en que las cifras de este año sean malas.
En la anterior temporada, menciona, se advirtió a los pescadores de las consecuencias que podría causar la captura excesiva. La recomendación a las 3 mil 200 embarcaciones y 16 mil pescadores yucatecos fue que no excedieran las 11 mil toneladas.
Expectativas negativas
A diferencia de las 18 mil toneladas capturadas en 2009, este año no hay un panorama alentador. Álvaro Hernández comenta que se puede aspirar a sumar 2 mil toneladas. Si esto se compara con lo alcanzado en 1996 y 1998, de 20 mil, la caída es de 90% en poco más de una década.
El investigador afirma que igual en la agricultura, en la pesca también hay ciclos malos. “Hay años buenos y malos, y este es el caso del pulpo”.
Subraya que los cambios de clima, los frentes fríos, la variación en la temperatura del océano, la marea roja y otros factores como la sobreexplotación pesquera, es lo que ha reducido los márgenes de captura.
También precisa que una buena parte de los pescadores ribereños tuvieron oportunidad de capturar pepino de mar con lo que prácticamente se balancearán ante la mala temporada de pesca del pulpo.
El director de Pesca de la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesca del gobierno de Yucatán, Delfín Quesada, señala que es fundamental que investigadores de diversas instituciones trabajen más para aclarar comportamientos que están registrando la flora y fauna del litoral. Coincide en que es necesario respetar las vedas y dice que el descenso en la captura mantiene en la incertidumbre y la necesidad a miles de pescadores yucatecos. Menciona que se debe apoyar a investigadores para que trabajen en detallar el porqué de los cambios climáticos que se presentan.
Mientras, los días se agotan para la temporada de captura que el 15 de diciembre se cierra pero, ante el panorama nada positivo, se prevé ampliarlo 15 días más.
Jazmín Rodríguez corresponsal, El Universal, 17 de octubre.
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