Con la intención de detener el enfrentamiento entre el dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Ortega Martínez, y el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete Ruiz, pidió no escalar más el conflicto al interior del sol azteca.
Sostuvo que no descalificará a López Obrador, ya que las diferencias partidarias deben discutirse en el interior del PRD, donde el abanderado presidencial de la izquierda en las elecciones de 2012 deberá ser el mejor posicionado.
Aseguró que aunque existen “opiniones muy confrontadas y estados de ánimo muy polarizados”, intentará que se baje el clima de confrontación y que cualquiera que sea el candidato a la Presidencia, López Obrador o Marcelo Ebrard, tenga el respaldo de la totalidad de los cuadros y militantes perredistas, del PT y Convergencia.
“Estoy convencido de que podemos tener una regresión de 25 años en la vida política del país si la izquierda se fractura, se divide o va con más de un candidato en 2012”, dijo Navarrete Ruiz, en un tono distinto al utilizado la víspera, cuando advirtió que López Obrador “no llegaría lejos” como precandidato si continuaba sus ataques al partido y a su dirigente.
Mientras tanto, en Chilpancingo, el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, respaldó a López Obrador en su propuesta de no aliarse con el PAN en las elecciones del próximo año en el estado de México, y también en buscar desde abajo (con las bases) la restructuración del PRD.
No obstante, el mandatario estatal reconoció que las alianzas entre los partidos políticos dependen de las condiciones que se presentan en cada lugar. “Yo fui producto de una alianza de facto con el PAN para ganar (la alcaldía) Acapulco, yo no lo veo mal; lo que veo mal es la forma cómo están concretando algunas de las alianzas”.
Por otra parte, respecto de la posibilidad de que López Obrador solicite al PRD licencia como militante, Jesús Ortega aseguró que esta figura no existe dentro de los estatutos del partido, de manera que no procedería.
Y aunque los documentos sí contemplan la expulsión para los perredistas que apoyen a miembros de otros partidos, el dirigente nacional del sol azteca no quiso aclarar si esto procedería contra el ex candidato presidencial si impulsa a otro abanderado para la gubernatura del estado de México.
Incluso, reconoció que López Obrador los metería en problemas si opta por ese camino. En eso mismo coincidió el coordinador nacional de la corriente Nueva Izquierda, Miguel Barbosa, quien pese a todo insistió en que el PRD construya una amplia alianza, con el PAN incluido, para conseguir el triunfo en la entidad mexiquense en 2011, a lo que se oponen tanto Dolores Padierna, de Izquierda Democrática Nacional, como Gilberto Ensástiga, de la Red por la Unidad de las Izquierdas.
Ortega Martínez reiteró su llamado a la mesura dentro del PRD y a entender que el asunto “no es de vida o muerte, ni de lanzar anatemas”, como tampoco se trata de vincular lo que ocurra en el estado de México con la elección del candidato presidencial.
Aparte, en un comunicado de prensa, Convergencia estableció que serán los órganos del partido los que en tiempo y forma decidan quién será su candidato presidencial en 2012. El presidente del organismo, Luis Walton, destacó que López Obrador y Marcelo Ebrard son “dos personajes relevantes y respetados, que constituyen valiosos activos de la izquierda nacional”.
Sostuvo que no descalificará a López Obrador, ya que las diferencias partidarias deben discutirse en el interior del PRD, donde el abanderado presidencial de la izquierda en las elecciones de 2012 deberá ser el mejor posicionado.
Aseguró que aunque existen “opiniones muy confrontadas y estados de ánimo muy polarizados”, intentará que se baje el clima de confrontación y que cualquiera que sea el candidato a la Presidencia, López Obrador o Marcelo Ebrard, tenga el respaldo de la totalidad de los cuadros y militantes perredistas, del PT y Convergencia.
“Estoy convencido de que podemos tener una regresión de 25 años en la vida política del país si la izquierda se fractura, se divide o va con más de un candidato en 2012”, dijo Navarrete Ruiz, en un tono distinto al utilizado la víspera, cuando advirtió que López Obrador “no llegaría lejos” como precandidato si continuaba sus ataques al partido y a su dirigente.
Mientras tanto, en Chilpancingo, el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, respaldó a López Obrador en su propuesta de no aliarse con el PAN en las elecciones del próximo año en el estado de México, y también en buscar desde abajo (con las bases) la restructuración del PRD.
No obstante, el mandatario estatal reconoció que las alianzas entre los partidos políticos dependen de las condiciones que se presentan en cada lugar. “Yo fui producto de una alianza de facto con el PAN para ganar (la alcaldía) Acapulco, yo no lo veo mal; lo que veo mal es la forma cómo están concretando algunas de las alianzas”.
Por otra parte, respecto de la posibilidad de que López Obrador solicite al PRD licencia como militante, Jesús Ortega aseguró que esta figura no existe dentro de los estatutos del partido, de manera que no procedería.
Y aunque los documentos sí contemplan la expulsión para los perredistas que apoyen a miembros de otros partidos, el dirigente nacional del sol azteca no quiso aclarar si esto procedería contra el ex candidato presidencial si impulsa a otro abanderado para la gubernatura del estado de México.
Incluso, reconoció que López Obrador los metería en problemas si opta por ese camino. En eso mismo coincidió el coordinador nacional de la corriente Nueva Izquierda, Miguel Barbosa, quien pese a todo insistió en que el PRD construya una amplia alianza, con el PAN incluido, para conseguir el triunfo en la entidad mexiquense en 2011, a lo que se oponen tanto Dolores Padierna, de Izquierda Democrática Nacional, como Gilberto Ensástiga, de la Red por la Unidad de las Izquierdas.
Ortega Martínez reiteró su llamado a la mesura dentro del PRD y a entender que el asunto “no es de vida o muerte, ni de lanzar anatemas”, como tampoco se trata de vincular lo que ocurra en el estado de México con la elección del candidato presidencial.
Aparte, en un comunicado de prensa, Convergencia estableció que serán los órganos del partido los que en tiempo y forma decidan quién será su candidato presidencial en 2012. El presidente del organismo, Luis Walton, destacó que López Obrador y Marcelo Ebrard son “dos personajes relevantes y respetados, que constituyen valiosos activos de la izquierda nacional”.
Andrea Becerril, Víctor Ballinas, ALma Muñoz y Sergio Ocampo, La Jornada, 6 de octubre.
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