Peña fue a Jalisco a “reivindicarse”


Enrique Peña buscó cerrar heridas viejas y abrió otras. Acudió a Jalisco para reivindicarse. Para borrar el incidente de la Feria Internacional del Libro, que lo marcó. Venía por el desquite.
Las campañas arrancaron y el tricolor se destiñó. En un afán de deshacerse de cualquier vinculación con el pasado, los priistas se quitaron las camisas rojas y buscaron las blancas como uniforme.
Dejaron atrás la ola roja, coordinada por Arturo Montiel en su tiempo, y que llevó a Peña a la gubernatura.
En contraste con los actos de campaña, los priistas dejaron de lado las camisetas rojas. Prefirieron jugar con la luz armados con linternas y lámparas de neón trataron de marcar un nuevo comienzo.
En esa misma limpia, dejaron fuera a los personajes más añejos del PRI. El candidato llegó al inicio de campaña con una batería de priistas que no dejó lucir en el templete. Un espacio de poco más de 15 metros de largo que solo fue ocupado por Peña.
Algunos líderes de sector estuvieron presentes, pero como espectadores, mezclados con la comitiva, apretujados como la mayoría de los asistentes que obstinados intentaban llegar hasta el frente de la fila, que solo estaba reservada para invitados especiales que nadie alcanzaba a reconocer del todo.
Quedaron fuera de los reflectores Joel Ayala, Diva Gastelum, Carlos Flores Rico, Canek Vázquez y ambos coordinadores de las bancadas: Francisco Rojas y Manlio Fabio Beltrones.
Esta vez no tenían un lugar privilegiado los líderes de sectores. Además de que acudieron solo algunos; estuvieron ausentes los dirigentes de la CTM, Joaquín Gamboa, de la CNOP, Emilio Gamboa, quien tuvo que presidir el encuentro en una sede alterna.
La entrada triunfal fue solo para él, su esposa y Luis Videgaray; el resto llegó a empujones y abriéndose paso con los codos.
Parecía un acto de año nuevo, con una cuenta regresiva, la gente vestida de blanco y con linternas en mano esperaron la fiesta que prometía Peña.
Casi afónico, en el primer discurso, el mexiquense hizo una aparición calculada para que coincidiera con el primer minuto en que era legal aparecerse.
La emoción se le notaba de lejos, incluso los nervios lo traicionaron y terminó por aplaudirse a sí mismo en medio de una frase con la que prometía acabar con la violencia en el país.
Terminó el mitin de arranque y siguió una marcha que fue lo más parecido a un caos absoluto. Una burbuja de fotógrafos y guardaespaldas dejó lejos al candidato priista de los reclamos de las mujeres que fueron empujadas a codazos.
Después de las dos de la mañana la calma volvió a las plazas de Guadalajara y la clase política aguardó para volver a concentrarse sin un ánimo desbordado en una reunión con trabajadores de Minsa, donde Peña bromeó sobre su pifia en la Feria Internacional del Libro y confesó que venía a reivindicarse.
Confesión que después retiró y quiso matizar con que era solo un punto de referencia.
► Bitácora
Día 1

Oferta
► Asegura que abatirá la corrupción, reducir el número de diputados, transparentar los recursos de los funcionarios y ampliar la red de transporte en Guadalajara.
► A pesar de que la realización del proyecto requiere de convenios en los tres niveles de gobierno.
Aclaración

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Peña aseguró que la presentación de su declaración patrimonial no incluye sus cuentas bancarias por una cuestión de seguridad y porque es un tema que tendría que consultarlo con su familia.

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Sin embargo, dijo que Hacienda y la Comisión Bancaria conocen dicha información.
Agenda
► El candidato de la coalición Compromiso por México sostendrá hoy un encuentro con indígenas en la plaza central de San Juan Chamula, Chiapas, a las 11:00 horas y posteriormente se trasladará a Comitán.
Miriam Castillo, Milenio, 31 de marzo.

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