Mueven comedor tras ataque

A raíz del ataque registrado el 21 de julio en contra de sus instalaciones, activistas del comedor Hermano Migrante San José, en Huehuetoca, Estado de México, se mudaron ayer a otro inmueble en la misma colonia el cual se encuentra en las inmediaciones de las vías ferroviarias.

Irineo Mújica, uno de los coordinadores del centro de apoyo alimentario, informó que la arrendataria les pidió que lo dejaran para no arriesgar a las familias que también habitan en esa vecindad de la Colonia San Bartolito.

La madrugada del 21 de julio, tres hombres armados que perseguían a un grupo de centroamericanos dispararon al menos 10 tiros al muro del inmueble donde operaba el comedor.

El hecho fue considerado por el presidente municipal de Huehuetoca, Juan Manuel López Adán, como un posible autoatentado por parte de Mújica.

Durante la mañana de ayer, el activista junto con otros defensores de la organización Movimiento Migrante Mesoamericano y centroamericanos hicieron la mudanza a la otra casa, la cual es más amplia que la anterior, la cual tan sólo contaba con 60 metros cuadrados.

Según Mújica, los vecinos de la calle Quintana Roo, dónde consiguieron que les rentaran el nuevo espacio, mostraron solidaridad hacia su trabajo con los migrantes.

"Yo hablé con los vecinos y estuvieron de acuerdo", afirmó en entrevista telefónica.

"Al menos, los que estaban aquí están completamente de acuerdo en que hagamos eso e incluso ellos me ayudaron a convencer al señor que nos rentó. Nos llevamos bien con ellos", sostuvo.

Indicó que este comedor, el cual brinda alimentos todos los días, se sostiene con ayuda de la Universidad Iberoamericana, Movimiento Migrante Mesoamericano y otras organizaciones civiles.

Éste comenzó sus funciones a principios de julio, luego de identificar un mayor flujo de migrantes que busca abordar el ferrocarril que se dirige hacia el norte.

De acuerdo con el activista, al ser más grande el nuevo inmueble, los migrantes pueden descansar en el patio antes de continuar su trayecto al norte del País.

"Tenemos la capacidad de darles un poquito más pero no estamos lo suficientemente preparados para ser un albergue", indicó.


Verónica Sánchez, Reforma, 31 de julio.