Las cifras inflacionarias de los últimos 19 meses ubican a México como una de las cuatro naciones con la inflación más alta entre los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aseguró el senador pevemista Tomás Torres.
"El alza de precios se convierte cada día en una bomba de tiempo, debido al constante deterioro del poder adquisitivo de las familias mexicanas, sobre todo de aquellas de menores recursos, las cuales destinan cerca del 80 por ciento de su ingreso para el consumo de satisfactores básicos y alimentos", señaló. De ahí que, propuso, la Secretaría de Hacienda y el Banco de México deben restablecer medida para detener el alza inflacionaria.
Refirió que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación en la primera quincena de julio de este año fue de 0.39 por ciento, dato por arriba del 0.29 por ciento previsto por el mercado. Dicha cifra es superior al avance de 0.32 por ciento registrado en igual lapso de 2011, y es la mayor alza para un mismo periodo desde 2008, cuando fue de 0.38 por ciento.
Así, la inflación general anual se ubicó en 4.45 por ciento, desde 4.37 por ciento en la segunda quincena de junio pasado, por arriba del 4.0 por ciento esperado para este año.
Indicó que, según datos del INEGI, los productos con precios al alza en la primera quincena de julio fueron: servicios turísticos en paquete, transporte aéreo, jitomate, tomate verde, papa, naranja, manzana, electricidad, vivienda, gas doméstico LP, automóviles, huevo y pollo. Estos últimos dos productos experimentaron incrementos considerables como consecuencia del brote de gripe aviar.
"Lo anterior resulta preocupante dado el constante deterioro del poder adquisitivo de las familias mexicanas, sobre todo de aquellas de menores recursos las cuales destinan cerca del 80% de su ingreso para el consumo de satisfactores básicos y alimentos".
Remarcó que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda deben proponer a un conjunto de medidas preventivas que puedan ser impulsadas desde el Congreso de la Unión para detener la actual tendencia inflacionaria "y amortiguar posibles impactos negativos en la actividad económica nacional derivados del complejo entorno global, en un marco de colaboración institucional y entendimiento".
Asimismo, propuso Torres, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) debe diseñar e implementar a la brevedad un programa especial de visitas de verificación que impida el acaparamiento, el aumento injustificado de precios y otras conductas que afecten a la economía nacional y el poder adquisitivo de los mexicanos.
Blanca Estela Botello, La Crónica, 30 de julio.
"El alza de precios se convierte cada día en una bomba de tiempo, debido al constante deterioro del poder adquisitivo de las familias mexicanas, sobre todo de aquellas de menores recursos, las cuales destinan cerca del 80 por ciento de su ingreso para el consumo de satisfactores básicos y alimentos", señaló. De ahí que, propuso, la Secretaría de Hacienda y el Banco de México deben restablecer medida para detener el alza inflacionaria.
Refirió que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación en la primera quincena de julio de este año fue de 0.39 por ciento, dato por arriba del 0.29 por ciento previsto por el mercado. Dicha cifra es superior al avance de 0.32 por ciento registrado en igual lapso de 2011, y es la mayor alza para un mismo periodo desde 2008, cuando fue de 0.38 por ciento.
Así, la inflación general anual se ubicó en 4.45 por ciento, desde 4.37 por ciento en la segunda quincena de junio pasado, por arriba del 4.0 por ciento esperado para este año.
Indicó que, según datos del INEGI, los productos con precios al alza en la primera quincena de julio fueron: servicios turísticos en paquete, transporte aéreo, jitomate, tomate verde, papa, naranja, manzana, electricidad, vivienda, gas doméstico LP, automóviles, huevo y pollo. Estos últimos dos productos experimentaron incrementos considerables como consecuencia del brote de gripe aviar.
"Lo anterior resulta preocupante dado el constante deterioro del poder adquisitivo de las familias mexicanas, sobre todo de aquellas de menores recursos las cuales destinan cerca del 80% de su ingreso para el consumo de satisfactores básicos y alimentos".
Remarcó que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda deben proponer a un conjunto de medidas preventivas que puedan ser impulsadas desde el Congreso de la Unión para detener la actual tendencia inflacionaria "y amortiguar posibles impactos negativos en la actividad económica nacional derivados del complejo entorno global, en un marco de colaboración institucional y entendimiento".
Asimismo, propuso Torres, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) debe diseñar e implementar a la brevedad un programa especial de visitas de verificación que impida el acaparamiento, el aumento injustificado de precios y otras conductas que afecten a la economía nacional y el poder adquisitivo de los mexicanos.
Blanca Estela Botello, La Crónica, 30 de julio.
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