De amor, sexo, estrés, beisbol y home runs

Andrés Manuel López Obrador encontró en el beisbol una manera de desquitarse de sus adversarios.

"De pronto, veo en la pelota la carita de alguien y bateo con fuerza<00A6>. Puedo saber cómo batear, un doble, un triple o un home run", dijo el aspirante presidencial en el encuentro privado "Laboratorio Político 2012", organizado por la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública (AMEI).

El tabasqueño fue invitado para hablar sobre la inutilidad de la investigación en su campaña, por lo que después de resumir en tres minutos su impresión sobre las encuestas, aprovechó para reducir su plan de gobierno en 10 puntos y, a petición de los organizadores, habló de su lado "humano".

Por ser un aficionado y jugador de beisbol, le cuestionaron cómo se relaciona ese deporte con la política.

"Me gusta porque es un deporte donde además de destreza se necesita inteligencia. Me quita el estrés, las tensiones, me limpio, me entretengo, me quita presiones", explicó.

Antes, le preguntaron cómo era para él una persona amorosa.

Respondió que es una persona que piensa en los demás, cree en el prójimo, tiene amor por la patria, por la naturaleza y entiende que la felicidad no está en obtener riquezas.

En el ámbito personal, añadió, el amor es con los hijos y con los amigos.

"El amor en la intimidad tendría que pensarse en lo que decía ese gran poeta, Mario Benedetti, él decía que cuando uno es joven, hace sexo con amor, cuando se está en edad madura se hace amor por sexo, y ya cuando se está más grande, pues nada más puro amor, pero algo es algo".

Luego de una semana de criticar las encuestas que lo sitúan en tercer lugar y afirmar que dichos ejercicios dicen lo que el comprador quiere, López Obrador llegó ante representantes de casas encuestadoras con reclamos.

Dijo que conocía bien a los dueños de las principales encuestadoras, y desde que era presidente del PRD, en 1996, ha tomado decisiones a partir de esos ejercicios.

Sin embargo, advirtió el perredista, cuando las encuestas están bien hechas, reflejan la realidad del momento, y cuando no, son meramente ejercicios propagandísticos.

"Aunque las encuestas se usan con propósitos propagandísticos no son tan definitorias, porque cada vez hay una madurez en los ciudadanos, cada vez los ciudadano saben lo que está realmente ocurriendo", dijo.

Más tarde, ante los medios, señaló que una buena encuesta es aquella que se hace profesionalmente y recoge la opinión de los distintos sectores, incluyendo a todas las regiones del País y sin un propósito propagandístico.

Antes de partir, López Obrador habló de sus gustos culinarios: el puchero de res y las bebidas tradicionales del sur del País, como tascalate, chilate y pozol.


Érika Hernández, Reforma, 29 de febrero.