El uso de las redes sociales en el trabajo es un tema controversial, algunas consultoras afirman que pueden ser usadas en beneficio de las empresas. Sin embargo, en los hechos es un tema muy difícil entre los patrones y empleados, dado que estamos atravesando una transición de consumerización, donde las tecnologías que usan los usuarios en sus casas influyen en la manera de trabajar en las empresas a un ritmo tan veloz que las políticas empresariales y la misma ley del trabajo quedan rebasadas, provocando pleitos y malas interpretaciones en la relación patrón-trabajador que llegan a sanciones, despidos y demandas.
Entrevistamos de manera anónima a 10 personas de diferentes sexos, de edades entre 22 a 40 años y en común opinaron que en la red social expresan sus ideas, sentimientos y acciones, lo que son; por tanto, la mayoría piensa que es un lugar privado para compartir.
“El Facebook que para nosotros (empleados) es una red social más personal donde compartes comentarios con amigos y familia, está siendo objeto de una ‘persecución’ por parte del patrón; aunque los empleados no tengan agregado a su jefe, se ha dado el caso que otros compañeros de la oficina les avisan sobre comentarios que vayan en contra de los intereses de la empresa, por ejemplo, a compañeros de otros medios les han cambiado la fuente o han tenido una llamada de atención por opinar sobre determinado partido político”, manifestó una persona que no quiso dar su nombre.
“Una vez escribí un tuit con una opinión sobre unas personas, mi jefe lo vio, lo malinterpretó y me llamó la atención por mis comentarios, a pesar de que mi red es privada. Tuve que colocar candados en Facebook y Twitter; pienso que fue una sana decisión porque ahora sí tengo a gente que conozco, que quiero y de la cual valoro su opinión; y no a gente que podría tomar represalias por lo que escribo”, opinó otro de los entrevistados.
Ante esto, ¿qué líneas no deberían cruzarse en una red social dentro o fuera de horas de trabajo? El abogado Jorge Sales Boyoli, Socio-Fundador del Despacho Sales Boyoli, dijo en entrevista para EL UNIVERSAL que las redes sociales son un espacio público, no privado, y se pueden configurar causales de despido conforme a la actual Ley Laboral por cometer actos que atentan contra el patrón o la empresa aún fuera de la jornada de trabajo.
“Tuvimos un caso donde el patrón decidió cerrar Facebook y algunas otras páginas web de sus equipos de cómputo a través de filtros, un empleado molesto por el cambio entró a Twitter desde su celular y escribió el nombre del patrón con una serie de groserías quejándose del hecho, motivado por el enojo. El patrón que tiene su cuenta de Twitter por efectos de negocio, le apareció una mención del empleado, en ese caso se debe sancionar el insulto al patrón”, explicó el licenciado y agregó que hay cosas que no se deben decir o hacer en un espacio público.
Otra persona entrevistada platicó: “Un día estábamos en una reunión de toda la compañía, se hablaba de información confidencial, como cifras, nombre del clientes, estrategias, entre otros temas; al mismo tiempo, un empleado escribía en Twitter toda esa información, todos en la empresa hasta el director leyeron sus tuits, quien le llamó la atención y explicó que son datos confidenciales que la competencia podría aprovechar”.
En una empresa, el patrón tiene la libertad de prohibir la utilización de redes sociales, porque él es el dueño de los instrumentos de trabajo, sea un celular, una laptop o por usar la red de la oficina, desde la que está accediendo a la red social, algunos ponen filtros a ciertas páginas, sin embargo, esta decisión puede ser impráctica en algunas actividades, “por ejemplo para una agencia de publicidad, un medio de comunicación, o para los corredores de bolsa sería impráctico tener boqueadas páginas”, señaló el abogado.
Existen soluciones intermedias como establecer políticas para el uso de los instrumentos de trabajo que incluye dispositivos y nuevas tecnologías, la ley Federal de Trabajo sanciona el uso indebido de tales instrumentos de trabajo. Debe informar al empleado de esas políticas para que quede establecido entre ambos, porque se da el caso que algunos empleados no saben si existen políticas de uso. Las pymes también deben investigar y crear una serie de reglas sencillas, por escrito, sobre el uso de dispositivos y redes sociales; deben tener identificados los equipos que asignan a sus empleados, desde número de serie, dirección IP y llevar un registro que lo vincule al trabajador.
“Las empresas deben tomar en cuenta que la tecnología está ahí como herramienta, hoy en día conviven en las empresas hasta tres generaciones distintas de personas que la usan manera diferente, la generación Baby Boomers no está familiarizada con ella y le cuesta trabajo entenderla; la generación X son las personas que les tocó la transición tecnológica; y la generación Y, quienes dominan la tecnología y necesitan usarla.
Por otro lado, aconsejó que la decisión de contratar a una persona por su comportamiento en las redes sociales no debería influir porque para ello existen redes sociales profesionales especializadas en divulgar el trabajo de una persona, como LinkedIn o Viadeo.
Especialistas y usuarios de redes sociales coinciden que se debe usar el sentido común al expresar algún comentario ofensivo en un espacio que está abierto casi a cualquiera; establecer ciertos candados en información privada; crear grupos especiales de familia, amigos y laborales para no mezclar información. Tener conciencia que internet es un espacio público y que se deben respetar las ideas.
Marisol Ramírez Olvera, El Universal, 31 de agosto.
