Marcan meta de viraje energético

El predictamen sobre el Programa de Acción, que ayer se presentó en la mesa de Estrategias y Programas, detalla los objetivos de la reforma energética que someterán a discusión en la Asamblea Nacional del PRI.

De acuerdo con el texto entregado a los delegados, al desglosar el "cómo" refiere que el sector energético deberá ser uno de los motores principales del crecimiento económico, que atraiga inversión, impulse el desarrollo tecnológico y propicie la formación de cadenas de valor.

"Asegurar que, manteniendo la rectoría del Estado, se favorezca una mayor participación del sector privado en la generación de energía, manteniendo la propiedad del Estado e impulsando otras fuentes energéticas.

"Fomentar el incremento de la productividad de Pemex y la ampliación de su participación en los mercados, así como el establecimiento de un régimen fiscal que le asegure contar con recursos propios y suficientes", cita el texto de 22 páginas.

La reforma deberá promover la autonomía de gestión de los organismos públicos estratégicos del sector energético, y que éstos cuenten con órganos de gobierno y dirección profesionales.

"Fortalecer la Comisión Nacional de Hidrocarburos para someter a Pemex a las exigencias de eficiencia y transparencia que enfrentan las petroleras exitosas del mundo.

"Promover la reducción de las tarifas eléctricas y para ello, la disminución de costos de producción y generación", dice otro de los objetivos.

Sobre la reforma hacendaria, indica que será integral y dará certeza jurídica a las inversiones.

Tendrá que facilitar el otorgamiento de créditos para apoyar la instalación de más y mejores empresas que formen parte de una economía productiva y competitiva a nivel global, con trabajadores mejor remunerados.

"Establecer el acuerdo legislativo que, con base en esta reforma, permita finanzas públicas sanas y que abarque: el patrimonio público, el ingreso, la deuda y el gasto de los tres órdenes de gobierno; incluyendo el financiamiento al desarrollo, una orientación precisa del gasto público y una política tributaria progresiva, general, homogénea, sin vías de elusión y compatible con prioridades de crecimiento económico y reducción de desigualdades", plantea.

Claudia Salazar, Reforma, 23 de febrero.