Aclaró que todos saben que las drogas, las armas y otros bienes ilícitos son una plaga tanto para México como para Estados Unidos e insistió que la lucha contra el narcotráfico es un problema compartido y se le debe dar una solución compartida.
Dijo que tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de su país, los legisladores han llegado al consenso de que México no debe enfrentar solo la amenaza que representa el narcotráfico.
En un extenso comunicado, el diplomático sostuvo que el negocio de las drogas alimenta el apetito por narcóticos en Estados Unidos y crea demanda de armas en México.
Dijo estar seguro de que ambos gobiernos podrán trabajar en colaboración e intercambiar información sobre el sustancial progreso que han de lograr los dos países, tanto por separado como en conjunto, en la batalla contra el tráfico ilegal de narcóticos.
Expresó que México y Estados Unidos comparten muchas cosas como vecinos: “compartimos valores al igual que una frontera. Y compartimos los retos asociados con el narcotráfico. De igual manera debemos compartir su solución”.
Recordó que la semana pasada “fuimos testigos” de una balacera de cuatro horas en Culiacán, entre la Policía Federal Preventiva e integrantes del Cártel de Sinaloa que dejó un saldo de siete agentes muertos y cuatro heridos.
“Este ha sido el golpe más fuerte a las fuerzas del orden hasta la fecha. Ante tal violencia debemos renovar y fortalecer nuestros esfuerzos, por lo que la Iniciativa Mérida cobra aún más importancia”, dijo.
Puntualizó que en las últimas dos semanas las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos autorizaron la Iniciativa Mérida, la cual incluye presupuesto para ampliar la cooperación Estados Unidos-México en la batalla contra los cárteles de las drogas.
Detalló que la iniciativa de la Cámara de Diputados de su país recomendó 400 millones de dólares para México, con 61.5 millones adicionales para Centroamérica. Además, otra iniciativa de la Cámara instruye al gobierno federal a que intensifique los esfuerzos por frenar el flujo de precursores químicos, paquetes de dinero, y el llamado “río de hierro” de armas que fluyen ilegalmente hacia el sur.
En tanto, el Senado recomendó 350 millones de dólares para México, y otros 100 millones para Centroamérica. Las iniciativas de ambas Cámaras incluyeron lenguaje sobre seguimiento, lo que ha sido, entendiblemente, un punto de discusión aquí en México.
Apuntó que ambas cámaras requieren que el gobierno de Estados Unidos busque resolver las preocupaciones de México sobre el contrabando de armas, al igual que la importante demanda de drogas ilícitas en Estados Unidos.
Agregó que cada cámara pidió que se le mantenga informada sobre los esfuerzos de México por evitar violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad enfrascadas en batallas contra los cárteles de las drogas, entre otros temas.
Enfatizó que las peticiones de información y análisis del legislativo son parte del proceso de seguimiento del congreso y no significa, de ninguna manera, que se exija que Estados Unidos “certifiquen” el comportamiento o rendimiento de México.
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