El gobierno de George W. Bush no parece poner todo su esfuerzo por controlar el consumo de drogas en Estados Unidos, mientras “nuestro problema es la infiltración” de delincuentes, con todo su dinero, entre las autoridades, expresó el subsecretario de la Función Pública (SFP), Rafael Morgan, tras admitir que la narcopolítica es uno de los cánceres que afectan el país.
“La lucha del Ejército contra el narcotráfico y la delincuencia organizada –dijo– se ve impedida por la infiltración de bandas entre nuestras autoridades y por la aceptación social de los delincuentes.”
El funcionario expresó que “el cáncer” que enfrenta el país contra la delincuencia organizada “es el que se manifiesta a través del narcotráfico, de las narcoarmas, de los narcodólares y de la narcopolítica”.
Además, aseguró, el vecino del norte no hace lo suficiente para acabar con el consumo de drogas, pues de los 8.1 millones de estadunidenses que requieren tratamiento por consumo de cocaína sólo lo reciben 1.4 millones. Ello, no obstante que “el tratamiento para grandes adictos a la cocaína es 23 veces más efectivo que la erradicación de cultivos”.
Al clausurar los trabajos del seminario El combate a la corrupción en México: aspectos legales, mejores prácticas y cooperación internacional, en la sede de la SFP, Morgan convino en que la infiltración del crimen organizado es favorecida por las “deficiencias en nuestras leyes; nuestra deficiencia judicial y cultural como sociedad para resistir con éxito la más poderosa arma de la delincuencia organizada: el dinero con que van hacia los funcionarios para corromperlos”.
Criticó que en México “pasemos de la tolerancia a la aceptación y, en muchos casos, hasta la colaboración de la sociedad” con el crimen organizado. Esto al señalar que la corrupción no sólo ocurre entre los servidores públicos, sino también entre la iniciativa privada y la sociedad en general.
Rechazan ayuda
Por otra parte, el gobernador de Chihuahua, José Reyes, manifestó su rechazo a las condiciones que estableció el Congreso de Estados Unidos para otorgar a México la ayuda prevista en la Iniciativa Mérida. Inclusive, consideró que debe rechazarse si se pone en riesgo un “gramo de soberanía”.
Entrevistado en Los Pinos, tras asistir a un acto en el que se anunció una inversión de Ford por más de 3 mil millones de dólares, advirtió que si en Estados Unidos no existiera un mercado de droga tan grande, en México no tendríamos los problemas de violencia que se están suscitando.
“La lucha del Ejército contra el narcotráfico y la delincuencia organizada –dijo– se ve impedida por la infiltración de bandas entre nuestras autoridades y por la aceptación social de los delincuentes.”
El funcionario expresó que “el cáncer” que enfrenta el país contra la delincuencia organizada “es el que se manifiesta a través del narcotráfico, de las narcoarmas, de los narcodólares y de la narcopolítica”.
Además, aseguró, el vecino del norte no hace lo suficiente para acabar con el consumo de drogas, pues de los 8.1 millones de estadunidenses que requieren tratamiento por consumo de cocaína sólo lo reciben 1.4 millones. Ello, no obstante que “el tratamiento para grandes adictos a la cocaína es 23 veces más efectivo que la erradicación de cultivos”.
Al clausurar los trabajos del seminario El combate a la corrupción en México: aspectos legales, mejores prácticas y cooperación internacional, en la sede de la SFP, Morgan convino en que la infiltración del crimen organizado es favorecida por las “deficiencias en nuestras leyes; nuestra deficiencia judicial y cultural como sociedad para resistir con éxito la más poderosa arma de la delincuencia organizada: el dinero con que van hacia los funcionarios para corromperlos”.
Criticó que en México “pasemos de la tolerancia a la aceptación y, en muchos casos, hasta la colaboración de la sociedad” con el crimen organizado. Esto al señalar que la corrupción no sólo ocurre entre los servidores públicos, sino también entre la iniciativa privada y la sociedad en general.
Rechazan ayuda
Por otra parte, el gobernador de Chihuahua, José Reyes, manifestó su rechazo a las condiciones que estableció el Congreso de Estados Unidos para otorgar a México la ayuda prevista en la Iniciativa Mérida. Inclusive, consideró que debe rechazarse si se pone en riesgo un “gramo de soberanía”.
Entrevistado en Los Pinos, tras asistir a un acto en el que se anunció una inversión de Ford por más de 3 mil millones de dólares, advirtió que si en Estados Unidos no existiera un mercado de droga tan grande, en México no tendríamos los problemas de violencia que se están suscitando.
Elizabeth Velasco, La Jornada, 31 de mayo.
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