Los servicios diplomáticos del gobierno de Estados Unidos habían previsto desde mediados de este año la posibilidad de que cárteles de la droga mexicana hicieran uso de tácticas narcoterroristas para amedrentar a la administración de Felipe Calderón.
“Recientemente hemos visto nexos preocupantes en Norteamérica, en especial algunos cárteles mexicanos que han dejado atrás la intimidación para emplear directamente tácticas terroristas”, sostuvo desde abril pasado el subsecretario de Estado para Narcotráfico, David T. Johnson.
“Usan el terrorismo para mantener el control sobre sus mercados en ambos lados de la frontera”, dijo el diplomático, encargado de reportar a Washington las tendencias mundiales del narcotráfico y jefe de las operaciones antinarcóticos del Departamento de Estado en México.
El título de su discurso era “Una amenaza creciente”.
No fue el único llamado. A partir de este año, reportes y discursos sobre México del Departamento de Estado y figuras de la política estadunidense han comenzado a incluir menciones sobre el fenómeno del “narcoterrorismo”.
Apenas el 3 de julio pasado, el subsecretario de Estado, John Dimitri Negroponte, ex embajador de Estados Unidos en México, alertó sobre el riesgo que representa para los países beneficiados por la Iniciativa Mérida la adopción de estrategias terroristas por parte del narcotráfico.
Junto con las advertencias de diplomáticos de alto rango, el Consejo de Seguridad en el Exterior de la Cancillería estadunidense instruyó a sus oficinas en México incluir a partir de este año una sección titulada “Narcoterrorismo” en sus reportes sobre la seguridad en el DF, Guadalajara y Ciudad Juárez.
La senadora texana Kay Bailey (negociaciodora de la Iniciativa Mérida) aseveró en mayo pasado que los cárteles de la droga buscan agredir a la población de ambos países mediante tácticas de terrorismo. “Compartimos más que una frontera con México. Compartimos el peso de pelear contra el narco y de proteger a los ciudadanos del terrorismo que ahora los cárteles buscan esparcir.”
Sin embargo, el ataque en Morelia rompió las predicciones de las agencias de inteligencia privadas de Estados Unidos. “Hasta la fecha los cárteles se han resistido a atacar a civiles inocentes (...) los cárteles no se pueden dar el lujo de que la población mexicana, en medio de la cual se ocultan, se vuelva en su contra”, vaticinó la consultoría Stratfor, y fue más allá.
“Como se vio con Al Qaeda en Irak, perder el apoyo de la población local es mortal para un grupo que intenta mantenerse oculto dentro de la sociedad civil”, sostuvo la firma.
“Recientemente hemos visto nexos preocupantes en Norteamérica, en especial algunos cárteles mexicanos que han dejado atrás la intimidación para emplear directamente tácticas terroristas”, sostuvo desde abril pasado el subsecretario de Estado para Narcotráfico, David T. Johnson.
“Usan el terrorismo para mantener el control sobre sus mercados en ambos lados de la frontera”, dijo el diplomático, encargado de reportar a Washington las tendencias mundiales del narcotráfico y jefe de las operaciones antinarcóticos del Departamento de Estado en México.
El título de su discurso era “Una amenaza creciente”.
No fue el único llamado. A partir de este año, reportes y discursos sobre México del Departamento de Estado y figuras de la política estadunidense han comenzado a incluir menciones sobre el fenómeno del “narcoterrorismo”.
Apenas el 3 de julio pasado, el subsecretario de Estado, John Dimitri Negroponte, ex embajador de Estados Unidos en México, alertó sobre el riesgo que representa para los países beneficiados por la Iniciativa Mérida la adopción de estrategias terroristas por parte del narcotráfico.
Junto con las advertencias de diplomáticos de alto rango, el Consejo de Seguridad en el Exterior de la Cancillería estadunidense instruyó a sus oficinas en México incluir a partir de este año una sección titulada “Narcoterrorismo” en sus reportes sobre la seguridad en el DF, Guadalajara y Ciudad Juárez.
La senadora texana Kay Bailey (negociaciodora de la Iniciativa Mérida) aseveró en mayo pasado que los cárteles de la droga buscan agredir a la población de ambos países mediante tácticas de terrorismo. “Compartimos más que una frontera con México. Compartimos el peso de pelear contra el narco y de proteger a los ciudadanos del terrorismo que ahora los cárteles buscan esparcir.”
Sin embargo, el ataque en Morelia rompió las predicciones de las agencias de inteligencia privadas de Estados Unidos. “Hasta la fecha los cárteles se han resistido a atacar a civiles inocentes (...) los cárteles no se pueden dar el lujo de que la población mexicana, en medio de la cual se ocultan, se vuelva en su contra”, vaticinó la consultoría Stratfor, y fue más allá.
“Como se vio con Al Qaeda en Irak, perder el apoyo de la población local es mortal para un grupo que intenta mantenerse oculto dentro de la sociedad civil”, sostuvo la firma.
Víctor Hugo Michel, Milenio, 17 de septiembre.
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