Ante el proceso electoral de 2009, Jesús Ortega Martínez, dirigente nacional del PRD, anunció que su partido revisará ciudadosamente que no se filtre dinero del narcotráfico en las campañas de los candidatos del sol azteca. Expuso que realizarán un estudio cuidadoso del perfil de cada uno de los aspirantes para corroborar que no tengan ligas con la delincuencia organizada.
“Someteremos a todos los precandidatos y precandidatas a un examen riguroso de sus trayectorias política y profesional para saber de su legitimidad como posibles aspirantes perredistas, y también vamos a exponer permanentemente a la opinión pública el gasto de nuestros recursos; además pediremos a los candidatos que informen continuamente de los recursos que se están utilizando en las campañas”. También señaló que el IFE está facultado para implementar medidas a fin de impedir que algún partido político pueda obtener recursos procedentes del narcotráfico.
Estrategia comicial
Asimismo, el PRD consideró el miércoles que las elecciones de 2009 deben convertirse en un referéndum sobre los “pésimos resultados del gobierno panista en materia de seguridad, empleo, poca competitividad, carestía de la vida, pérdida del poder adquisitivo del ingreso, crisis económica e incumplimiento de las promesas de campaña de (Felipe Calderón) en 2006”.
Como parte de su estrategia, plantea evitar que el PRI continué beneficiándose electoralmente porque “no podemos regresar a la etapa del autoritarismo, el abuso y la alta corrupción”.
Señala que su estrategia debe orientarse a polarizar la elección entre la izquierda –con las alianzas que el PRD realice para esos comicios– y la derecha representada por el Partido Acción Nacional (PRI).
Para ello, el sol azteca debe revertir la tendencia difundida por diversos estudios de opinión, respecto una caída electoral. “Debemos ir más allá de movilizar al voto duro perredista, ampliando nuestros niveles de intención de voto en los próximos meses”, afirma.
De igual manera, “recuperar la confianza de la gente y obtener el mayor número posible de sufragios, lo cual contrastará con la teoría de que la izquierda mexicana está en peligro de extinción”.
En su análisis manifiesta en su favor, que tanto el PRI como el PAN “han impulsado políticas económicas neoliberales que han empobrecido a los mexicanos y han perjudicado la economía nacional. Sólo el PRD ha impulsado políticas económicas que favorecen el empleo, el crecimiento económico y la distribución más equitativa de la riqueza nacional”.
También, “ha demostrado que el modelo económico y las políticas impulsados por PRI y PAN fracasaron”. Así que la actual crisis económica “muestra que necesitamos un cambio no sólo en esa materia, sino también del partido en el poder”.
Porque, subraya, las acciones del gobierno federal “son insuficientes”, mientras “se persiste en castigar aún más el salario de los trabajadores y en menguar a condiciones extremas el ingreso de la gran mayoría de los mexicanos”, en tanto “se permite que los precios de los productos de primera necesidad se eleven escandalosamente”.
“Someteremos a todos los precandidatos y precandidatas a un examen riguroso de sus trayectorias política y profesional para saber de su legitimidad como posibles aspirantes perredistas, y también vamos a exponer permanentemente a la opinión pública el gasto de nuestros recursos; además pediremos a los candidatos que informen continuamente de los recursos que se están utilizando en las campañas”. También señaló que el IFE está facultado para implementar medidas a fin de impedir que algún partido político pueda obtener recursos procedentes del narcotráfico.
Estrategia comicial
Asimismo, el PRD consideró el miércoles que las elecciones de 2009 deben convertirse en un referéndum sobre los “pésimos resultados del gobierno panista en materia de seguridad, empleo, poca competitividad, carestía de la vida, pérdida del poder adquisitivo del ingreso, crisis económica e incumplimiento de las promesas de campaña de (Felipe Calderón) en 2006”.
Como parte de su estrategia, plantea evitar que el PRI continué beneficiándose electoralmente porque “no podemos regresar a la etapa del autoritarismo, el abuso y la alta corrupción”.
Señala que su estrategia debe orientarse a polarizar la elección entre la izquierda –con las alianzas que el PRD realice para esos comicios– y la derecha representada por el Partido Acción Nacional (PRI).
Para ello, el sol azteca debe revertir la tendencia difundida por diversos estudios de opinión, respecto una caída electoral. “Debemos ir más allá de movilizar al voto duro perredista, ampliando nuestros niveles de intención de voto en los próximos meses”, afirma.
De igual manera, “recuperar la confianza de la gente y obtener el mayor número posible de sufragios, lo cual contrastará con la teoría de que la izquierda mexicana está en peligro de extinción”.
En su análisis manifiesta en su favor, que tanto el PRI como el PAN “han impulsado políticas económicas neoliberales que han empobrecido a los mexicanos y han perjudicado la economía nacional. Sólo el PRD ha impulsado políticas económicas que favorecen el empleo, el crecimiento económico y la distribución más equitativa de la riqueza nacional”.
También, “ha demostrado que el modelo económico y las políticas impulsados por PRI y PAN fracasaron”. Así que la actual crisis económica “muestra que necesitamos un cambio no sólo en esa materia, sino también del partido en el poder”.
Porque, subraya, las acciones del gobierno federal “son insuficientes”, mientras “se persiste en castigar aún más el salario de los trabajadores y en menguar a condiciones extremas el ingreso de la gran mayoría de los mexicanos”, en tanto “se permite que los precios de los productos de primera necesidad se eleven escandalosamente”.
Alma Muñoz, La Jornada, 26 de diciembre.
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