LUXEMBURGO (Agencias).— La Unión Europea acordó ayer establecer contactos políticos con Cuba y comenzar a explorar vías para realizar un nuevo acercamiento a la isla, lo que supera aunque no revoca por ahora la llamada “posición común”.
Los ministros comunitarios de Exteriores encargaron a la Alta Representante, Catherine Ashton, que establezca contactos políticos con el gobierno de Cuba a fin de explorar posibles formas de avanzar en una relación bilateral.
La decisión fue un típico compromiso de la UE entre los países que buscaban poner fin a la “posición común”, que limita las relaciones con la isla y que tanto disgusta al gobierno de La Habana.
El acuerdo fue apoyado por un grupo de países que, encabezados por España, lo consideran un reconocimiento a los cambios realizados en los últimos meses en Cuba —como la liberación de 42 presos políticos y el anuncio de algunas reformas económicas—, frente a los socios más escépticos, que creen que las recientes medidas adoptadas por La Habana no son suficientes.
La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, evaluó positivamente la decisión del bloque y dijo que, de esta forma, la “posición común” “queda superada” y derogada “de facto”, ya que el marco existente hasta ahora “cambia completamente”.
Paralelamente, en La Habana, el gobierno cubano divulgó las normas y procedimientos que regirán la ampliación del trabajo independiente y el nuevo esquema tributario que se aplicará en la isla.
La Gaceta Oficial publicó varias resoluciones sobre el control de unas 178 actividades autorizadas para realizar por cuenta propia. Las personas hicieron fila para informarse y solicitar permisos.
A partir de ayer podrán pedir autorización todas los mayores de 17 años que sean residentes permanentes y se autorizará a desempeñarse en más de un oficio y se podrá contratar a empleados y hasta alquilar un local. También se imponen sanciones para evitar ilícitos o abusos.
Habrá impuestos personales, a las ventas, por el uso de los servicios públicos y por la contratación de personal .
Los ministros comunitarios de Exteriores encargaron a la Alta Representante, Catherine Ashton, que establezca contactos políticos con el gobierno de Cuba a fin de explorar posibles formas de avanzar en una relación bilateral.
La decisión fue un típico compromiso de la UE entre los países que buscaban poner fin a la “posición común”, que limita las relaciones con la isla y que tanto disgusta al gobierno de La Habana.
El acuerdo fue apoyado por un grupo de países que, encabezados por España, lo consideran un reconocimiento a los cambios realizados en los últimos meses en Cuba —como la liberación de 42 presos políticos y el anuncio de algunas reformas económicas—, frente a los socios más escépticos, que creen que las recientes medidas adoptadas por La Habana no son suficientes.
La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, evaluó positivamente la decisión del bloque y dijo que, de esta forma, la “posición común” “queda superada” y derogada “de facto”, ya que el marco existente hasta ahora “cambia completamente”.
Paralelamente, en La Habana, el gobierno cubano divulgó las normas y procedimientos que regirán la ampliación del trabajo independiente y el nuevo esquema tributario que se aplicará en la isla.
La Gaceta Oficial publicó varias resoluciones sobre el control de unas 178 actividades autorizadas para realizar por cuenta propia. Las personas hicieron fila para informarse y solicitar permisos.
A partir de ayer podrán pedir autorización todas los mayores de 17 años que sean residentes permanentes y se autorizará a desempeñarse en más de un oficio y se podrá contratar a empleados y hasta alquilar un local. También se imponen sanciones para evitar ilícitos o abusos.
Habrá impuestos personales, a las ventas, por el uso de los servicios públicos y por la contratación de personal .
El Universal, 26 de octubre.
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