Ya hasta repartí las secretarías


Gabriel Quadri de la Torre admite que se tomó en broma la invitación para ser el candidato del Panal a la Presidencia: “Fue entrada la madrugada de un sábado, en una cena de amigos y hasta empezamos a repartir secretarías de Estado y a crear otras”.
Ahora que se ha oficializado esa invitación sabe que no puede ser “sólo de chunga” y que la suya no será una campaña “ñoña”… de Elba Esther Gordillo reconoce que es un personaje “polémico y controvertido como los hay en todos los partidos y pueden caer gordos, pero con ellos hay que jugar en este proceso electoral; no hay otros”.
En el tema de seguridad propone desaparecer todas las corporaciones policiales a escala municipal y comenzar en paralelo un debate serio para despenalizar las drogas… ¿ha fumado mariguana?... “sí, sí lo he hecho”.
Respecto a la pobreza cree que debería desaparecer el campo mexicano, pues, asegura: “Tenemos 25 millones de campesinos en bajísima productividad por lo que creo que el país tiene que urbanizarse rápidamente”.
En entrevista realizada por MILENIO, Quadri también habla de la situación “incómoda” de su esposa, Telma Lazcano y de uno de sus tres hijos, de nombre Luciano, quienes trabajan en el gobierno de Marcelo Ebrard: “Tal vez no sea muy cómodo para ellos trabajar para el gobierno del Distrito Federal por lo que harán las consultas necesarias con sus respectivos jefes para pedir licencia, porque necesito que me ayuden”.
¿Cómo se dio su designación como abanderado del Panal?Somos un grupo de amigos que nos reunimos una o dos veces al mes, leemos un libro, nos sentamos a cenar, es muy divertido y muy formativo y Luis Castro (dirigente nacional del Panal) forma parte de ese grupo. Y ahí en la cena surgió esa posibilidad, él lo planteó y los demás comensales amigos lo apoyaron, yo no me lo tomé muy en serio y a los dos días me llamaron, nos reunimos, desayunamos, me hizo el planteamiento, me interesó, y aquí estamos.
¿Y qué libro estaban leyendo en esa ocasión?En ese momento un autor inglés, Allan Benet, cuyo título es Una lectora nada común.
¿Un candidato poco común?Sí, puede ser.
Y en ese momento, cuando le ofrecen la candidatura, ¿qué pensó?En ese momento me lo tomé como broma, incluso en la cena, entre los amigos empezamos a repartir secretarías de Estado y a crear nuevas y cosas de este tipo, todo en plan de cena de amigos; fue un sábado por la noche a altas horas de la madrugada, así empezó y hay testigos que lo pueden acreditar, no estoy mintiendo.
¿Está conciente que una candidatura presidencial no puede ser de chunga?Por supuesto que no, esto empezó como una idea, digamos, coloquial, entre amigos; ahora lo tomo en serio y he dejado mis actividades profesionales y estoy dedicado en cuerpo y alma a esto.
¿Se vale que una persona como Elba Esther Gordillo se eternice en el SNTE, qué le dice su figura política?Ciertamente es polémica; ha sido cabeza de uno de los sindicatos más poderosos de América Latina y, por tanto, no se puede reformar la educación sin el SNTE y sin ella. Todos los partidos tienen líderes carismáticos, polémicos, controvertidos que pueden gustar o no, pueden caer gordos o no, y si alguien quiere aprovechar las oportunidades que hay en materia de política partidista, de acceder al debate público a través de este proceso electoral, hay que jugar con esos actores, no hay otros.
Su esposa trabaja para el gobierno de Marcelo Ebrard.Es arquitecta, ha estado a cargo de proyectos como restauración y remodelación del Monumento a la Revolución, la plaza de la República entre otros y hará las consultas necesarias con sus jefes y, si es necesario, pide licencia para ayudarme; además quizá no sea muy cómodo para ella estar trabajando ahí.
Verían a su esposa y a su hijo Luciano —quien también labora en el GDF— prácticamente como apestados.Por qué apestados, por ser mi hijo y mi esposa. Que lo decidan sus jefes. Si piden licencia y se las dan perfecto si no, también.
Sobre la estrategia de Felipe Calderón contra el crimen organizado, Quadri asegura que como presidente impulsaría un debate “serio” sobre la despenalización de las drogas porque “no podemos prohibir algo que muchísima gente desea y quiere consumir”.
¿Usted ha consumido mariguana?Sí, sí lo he hecho.
Y de la pobreza habla del campo mexicano: “Tenemos 25 millones de campesinos en condiciones de bajísima productividad y mientras exista esa cantidad tan grande de personas en esa situación, será imposible erradicar una de las fuentes de producción de pobreza o de transmisión generacional de la pobreza, por eso creo que le país tiene que urbanizarse rápidamente.
Rodolfo Montes, Milenio, 17 de febrero.

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