Mancera: en el DF, orden, pero cercanía con la gente


Miguel Ángel Mancera, precandidato de los partidos de izquierda al gobierno de la ciudad de México, habla acerca de su visión de la ciudad con Crónica Noticias TV, en la que identifica varios “focos amarillos”. Explica que lo que él entiende por “mano dura” es que haya orden y disciplina en los actos de gobierno, pero que siempre existan el diálogo y, sobre todo, la cercanía con la gente y sus problemas.

A continuación, los puntos principales de la entrevista.

Iniciamos la plática con el comentario de que arranca en buena posición.

Mancera es cuidadoso con sus palabras. Responde que “afortunadamente todos los procesos han ido con las reglas y tiempos establecidos” y se congratula de que se haya dado un avance importante en la forma de elegir a quien puede representar la izquierda. Añade que también ha habido un diálogo permanente con las distintas formas de izquierda.

Le comentamos que voltea uno a ver el equipo de trabajo, y es incluyente.

“Así se planteó desde los tiempos de la contienda interna”, responde, y habla de la construcción de espacios de participación. “Qué mayores espacios de participación que este arranque se pueda acompañar con quienes participaron en la contienda”.

Señalamos que fue cauto antes de decir que sí tenía interés en participar y preguntamos quién le dijo que debería ir.

El precandidato del Movimiento Progresista expone que había varios comentarios de simpatía en el mismo gabinete, sumado a otros gremios que daban apoyo consistente: fuerzas sindicales, grupos de empresarios, grupos de la lucha social. “Todo esto se fue sumando y yo valoré todos estos apoyos”.

Haber trabajado con MEC ayuda a dar un diagnóstico de la ciudad. ¿Cuáles son los grandes retos?, preguntamos.

El ex procurador capitalino pone un requisito de base: la seguridad, a la que califica de “condición para la gobernabilidad”. A partir de garantizar esa percepción, dice, hay que atender los reclamos de la ciudad, que enlista: derechos sociales, acciones como alumbrado y poda, programas de adultos mayores, con los jóvenes, con los niños para crear una red de atención social. También políticas de atención al medio ambiente: “un uso mayor del transporte público y una nueva perspectiva de movilidad, donde lo que importa son las personas, no los vehículos”. Dice que la ciudad reclama abasto de agua y recuerda que cuando menos 300 mil capitalinos requieren urgentemente de agua de calidad, que no tienen. Finaliza asegurando que la ciudad reclama atención a la educación, a la salud y a la educación para la salud.

Vemos que en esa lista no aparecen dos temas de preocupación: el drenaje y la basura. Le preguntamos por ellos.

Mancera explica los problemas de drenaje a partir de la peculiar situación geográfica de esta ciudad, que tiene 13 mil kms de sistema hidraúlico de desfogue, dirigido a grandes colectores. Dos de ellos —el canal del desague, el drenaje profundo— requieren mantenimiento y, simultáneamente, la red de colectores “debe ser terminada”. A esto hay que agregar una tarea de concientización para no tapar los drenajes, dice el precandidato.

Considera Mancera que el asunto del drenaje es más soluble que el del agua potable, que tardará más tiempo, porque requiere de mayores inversiones.

En el tema de la basura, el ex procurador dice que “la clave es un cambio de visión”. Señala que un punto fundamental es que haya separación de basura desde la ciudadanía. “Después, plantas que crean composta de la basura orgánica y, fuera del DF, plantas de reciclaje de la inorgánica”. A esto, agrega que el Bordo Poniente debe estar pronto generando biogás para generar energía.

El abanderado de las izquierdas subraya que éstas son decisiones que deben ser analizadas por expertos, por científicos, para que el desarrollo sea moderno y equilibrado.

Preguntamos si habría continuidad.

Dice Mancera que “en la ciudad son inimaginables retrocesos” y da el ejemplo del paseo ciclista de los domingos. Asevera que —al contrario— no sólo se dará continuidad a los programas, sino que se reforzarán derechos sociales, el esfuerzo en educación y otros. “Al tiempo,  hay que innovar”, acota.

¿Gobernar con mano dura? En una publicación has hablado de ello.

Mancera concreta y aclara: “Hemos hablado todo el tiempo del orden. En todos los programas tiene que haber orden, respetar las normas. La mano dura debe entenderse en ese sentido, porque ésta es una ciudad de diálogo”. Luego pasa al problema de las marchas cotidianas en la ciudad. Dice que ha habido “intentonas de meter decenas de camiones o tractores” y no se ha permitido que pasen esos vehículos, pero sí que la gente marche y exprese sus inquietudes. “Es difícil, pero tampoco puedes ser un represor”, concluye.

Le preguntamos si hay focos rojos o amarillos en la capital. Él dice que sólo hay amarillos, y los enumera.

En primer lugar, dice, “obviamente el tema del agua”. Luego señala el de las adicciones, el trabajo con los jóvenes, en la construcción de algunos de los derechos, como los de las mujeres, “en el ordenamiento urbano, que requiere una normatividad estricta”. Termina recordando que los temas de seguridad y de salud “por definición nunca deben estar en verde” y que “el sistema de respuesta penal tiene que cambiar”.

 Ya que tocó el tema de los penales, pasamos a comentar lo sucedido recientemente en el de Apodaca.

El ex titular de la PGJDF hace un diagnóstico rápido: “Hay una respuesta del estado de Nuevo León a personas que infringen sus deberes. Cuando el orden se relaja, lo que siempre va a buscar la gente es salir. Si hay permisividad, violencia y gente de alta peligrosidad, es un coctel terrible”.

Aprovechando el tema, preguntamos al precandidato sobre la infiltración del crimen organizado en la capital, recordando que antes en el área metropolitana de Monterrey presumían de su seguridad.

Mancera medita un instante y afirma que eso siempre debe preocupar. “Es un tema en el que no puedes confiarte”. Agrega que hay que reforzar los esquemas de seguridad, con el monitoreo y mejoras en la policía, porque “siempre habrá un mal elemento, lo importante es detectarlo a tiempo”. Resume la labor preventiva: “El trabajo es dificultar, hacer que la ciudad siga siendo operativamente incómoda para el crimen organizado”.

Preguntamos acerca de la relación con el precandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.

“Con el licenciado López Obrador siempre he tenido una relación respetuosa. Él me hizo consejero de la Judicatura. Participé en el equipo que atendió el problema de El Encino. En esta faceta es acompañando un proyecto”. Mancera comenta que en las reuniones que ha tenido con él, el tabasqueño le ha recomendado que esté siempre en contacto directo con la gente y finaliza afirmando que se siente cómodo en las izquierdas.

Esto le permite hacer un resumen de sus propósitos: orden y disciplina, pero también cercanía con quienes viven en la capital.
Focos amarillos: agua, adicciones, ordenamiento urbano...

“En primer lugar, obviamente el tema del agua. Luego las adicciones, el trabajo con los jóvenes, la construcción de algunos de los derechos, como los de las mujeres,  el ordenamiento urbano, que requiere una normatividad estricta. Los temas de seguridad y de salud por definición nunca deben estar en verde. El sistema de respuesta penal tiene que cambiar”.
Sin confianzas en el rubro de seguridad

“Es un tema que siempre debe preocupar.  Es un tema en el que no puedes confiarte. Hay que reforzar los esquemas de seguridad, con el monitoreo y mejoras en la policía, porque siempre habrá un mal elemento, lo importante es detectarlo a tiempo. El trabajo es dificultar, hacer que la ciudad siga siendo operativamente incómoda para el crimen organizado”.

Guillermo Ortega Ruiz, La Crónica, 1º de marzo.

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