Denuncias y prueba del “voto digital”

GUADALAJARA, Jal.— Carmen Sánchez salió de su casa con el día nublado y la amenaza de lluvia. Eran casi las nueve y acudió junto con sus papás y sus hermanos a votar en una casilla del fraccionamiento Revolución, en Tlaquepaque, en la zona metropolitana de Guadalajara. Toda su familia votó, pero cuando le llegó el turno se enfrentó con el primero de los “No estás en el listado”. Insistió, volvieron a buscar, sin éxito, y le dijeron que fuera a otra casilla. Así lo hizo. Lo peor es que no solo una vez.

Entró a una escuela, entró a una secundaria y a un castillo que está sobre la carretera a Chapala. En ninguno de los listados la encontraron. Le dijeron entonces que fuera a una casilla especial, donde podría votar solo por presidente de la república y senador. Habían pasado ya dos horas de peregrinación.

Las casillas especiales, donde solo podían votar 750 personas, estuvieron llenas desde alrededor de las seis de la mañana. En la de la Central Camionera Vieja, por ejemplo, a las 8:30 ya había una fila de 150 personas que comenzaron a organizar una “megarrechifla” porque pasaban los minutos y los funcionarios no lograban pasar al primer votante. Una de las cosas más visibles durante el día fueron las largas filas para votar, pero una de las grandes quejas fue la desorganización, la tardanza en la apertura, la coacción del voto y no encontrarse en el padrón electoral.

Carmen llegó entonces a su casilla especial y consiguió meterse entre el número que iba del 700 al 750. Le dieron un papelito para garantizarle el sufragio. Después de cuatro horas de deambular en busca del voto, el funcionario electoral soltó lo que ella menos esperaba: “No estás en la lista nominal”. Carmen dice que hace 15 días se buscó y que ahí aparecía, le sorprendía que de pronto hubiera desaparecido. En su recorrido conoció a otras cuatro personas a las que les pasó lo mismo.

Observadores electorales en Jalisco detectaron presunta compra de voto y acarreos, recompensas en especie a cambio de los votos. En la casa de campaña de Enrique Alfaro las llamadas no paraban al mediodía por denuncias de coacción del voto, quizá esta fue la mayor queja. La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales recibió 22 denuncias al respecto y hubo ocho detenidos. “Fueron incidentes menores, propios de la jornada electoral”, dijo Tomás Figueroa, presidente del Instituto Electoral de Participación Ciudadana (IEPC).

Voto digital

Apoyado en un bastón, a paso más lento de lo acostumbrado, José Esteban Robles Díaz, de 65 años, hizo fila más de hora y media para emitir su voto electrónico en una primaria de Colotlán. Para los funcionarios de esta casilla, una de las 991 que implementaron por primera vez en distritos enteros, no se había visto tal afluencia de votantes en una elección. Don José Esteban respaldó lo dicho: “He votado desde los ochentas. Nunca habría pensado que no iba a usar papeles y solo tocando una pantalla de televisión cuente mi voto. Van cambiando las cosas y cada día votan más personas”.

Para el consejero presidente del IEPC, Tomás Figueroa Padilla, la participación en esta jornada es mayor a procesos anteriores. Hasta el cierre de la jornada todavía no tenían el porcentaje de votación, pero en la elección pasada, en 2009, fue de más de 60%.

Faltó el voto de Carmen Sánchez: “Me siento triste, decepcionada porque yo quise votar, hice todo lo posible y nada”. Fue lo último que supe de ella.

Wendy Selene Pérez y Ulises Zamarroni, enviada y corresponsal, El Universal, 2 de julio.