TV estatal digital, un reto de 8 mil mdp


La publicación de la Política para la Transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) que difundió en marzo pasado la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), dejó más dudas que respuestas a permisionarios, concesionarios y analistas del sector.
Una de las coincidencias entre especialistas es que los plazos fijados no se van a cumplir y que el regulador tendrá que recalendarizar el apagón analógico, según el nivel de avance de cada población.
La Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México asegura que necesita, al menos, una suma de 8 mil millones de pesos (cifra equivalente a poco más de 567 millones de dólares) para logra completar la transición en los plazos establecidos por las autoridades.
La Red cuenta con 57 afiliados, de los cuales 56 son sistemas de Radio y Televisión Públicos. El presupuesto de estos dependen tanto de gobiernos y organismos estatales como de instituciones federales y universidades públicas y privadas.
La suma de las frecuencias de radio y tv de estos sistemas es de más de 450, a lo largo y ancho del territorio mexicano.
Su penetración regional es tan amplia que en conjunto cubren a una audiencia de más de 25 millones de televidentes y radioescuchas, en 30 entidades, lo que la constituye como la tercera red de radiodifusión en importancia a nivel nacional.
“Se trata de 8 mil mdp para toda la Red, lo cual significa un descalabro para todos los presupuestos estatales, es una cantidad difícil de pagar”, indica Mónica Ramírez López, presidenta del organismo.
“Al final de este año posiblemente no veamos grandes avances por la cuestión presupuestal, pero tratamos de ser ahorrativos en rubros para liberar presupuesto”, dice Roberto Canales Martínez, director de Televisión Estatal y Radio de NL.
Los directivos comentan que al ser radiodifusoras permisionadas 100% de su presupuesto anual depende del gobierno del estado, ya sean instituciones públicas, universidades, o bien, en algunos casos de instituciones federales.
La Ley no les permite vender publicidad en sus espacios, lo cual los pone en desventaja frente a las empresas privadas.
Mónica Ramírez comenta que no les inquieta en gran medida los tiempos que estableció el Poder Ejecutivo para finalizar la transición, sino la calidad de las señales al final de los tiempos establecidos.
La falta de recursos para las radiodifusoras estatales propiciará que, al final de la migración, las señales digitales sean de mala calidad y poco competitivas.
La reglamentación que dio a conocer la Cofetel cambió un poco las condiciones porque no nos obliga al HDI (alta definición), lo cual nos permitirá entrar a la digitalización en mejores condiciones sin tantas dificultades económicas.
“Pero el que no tengamos que estar en ciertos niveles de calidad y que eso nos permita no tener qué erogar grandes cantidades, también lo cierto es que nos limita calidad”, dice la presidenta de la RED, quien también se desempeña como directora del sistema estatal de comunicación cultural y educativa Radio Querétaro.
Ramírez expresa que es necesario que el gobierno federal destine una partida para las radiodifusoras estatales del país.
Comenta que otro de los factores que inquieta en los estados es la cantidad de receptores digitales, porque no sólo se trata de emitir señales digitales sino también que haya receptores y el avance en esa materia no ha sido importante, dice.
Mónica Ramírez dice que las televisoras estatales hacen el trabajo que el sector privado ha declinado. “Atendemos al sector indígena de la población, atendemos la parte cultural que a nadie interesa porque no hay patrocinios multimillonarios”.
Migración digital
En mayo pasado, el pleno de la Cofetel aprobó las modificaciones del Acuerdo por el que se adopta el estándar de televisión digital terrestre y se establece la Política para la Transición a la Televisión Digital Terrestre en México, publicado en el Diario Oficial el 2 de julio de 2004.
La resolución es consistente con el Decreto del Ejecutivo del 2 de septiembre de 2010, por lo que el 31 de diciembre de 2015 será el último día en que transmitirán señales analógicas en tv abierta, proceso conocido como apagón analógico.
Alejandro Navarrete, director del Centro de Investigación e Innovación en Telecomunicaciones (Cinit), considera que existe un reto enorme para lograr que la TDT cumpla los plazos establecidos
En 2010 existían en México más 112 millones de habitantes que ocupaban 28.6 millones de hogares, con una penetración de televisión abierta de 94.7%. Ello implica un total de 27.1 millones de telehogares que deberán transitar a la televisión digital en los próximos años, dijo.
En la nueva política de TDT, la Cofetel ratificó la fecha del apagón analógico establecida por el decreto e incluyó fechas escalonadas en las que cada estación de tv analógica deberá terminar su operación.
De conformidad con lo publicado por Cofetel, la primera ciudad en terminar transmisiones de televisión analógica en México será Tijuana, en Baja California, en abril del 2013, dice el especialista.
En noviembre de ese año terminarán las transmisiones en las ciudades de Mexicali, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa y Monterrey, todas del norte del país.
Sólo en 2013, la población total involucrada, según las estimaciones de la Cofetel, asciende a 8.37 millones.
Las ciudades de México, Guadalajara, Puebla y Querétaro, entre otras, finalizarán sus transmisiones analógicas en 2014, y el resto del país hasta 2015.
A decir de Navarrete, la nueva política de TDT prevé que las fechas puedan modificarse si, faltando sólo un mes para la fecha de la terminación de transmisiones analógicas, la penetración de receptores digitales en la localidad no llega a 90% de hogares que dependen de la tv abierta.
“Esta determinación podría impedir el apagón analógico”, dice.
Los subsidios para la TDT podrían ser la segunda trampa en el proceso de transición. Si el argumento es que no habrá transición en tanto no haya subsidios, probablemente esperaremos después de 2015 para acabarla en México, opina Navarrete.
La televisión abierta pública
Con datos del CIDE Telecom, la oferta de televisión pública se integra por Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), 23 permisos a gobiernos estatales y al gobierno del DF y 30 a universidades y patronatos, con lo que hay 285 estaciones permisionadas.
Además hay seis concesiones a sociedades con participación del gobierno: Canal 22 de la ciudad de México; 13 de Mérida, Telemax de Hermosillo, 5 de La Venta, 10 de Tenosique y 7 de Villahermosa.
Dentro de este grupo de televisoras públicas destacan los canales 11 y 22 operan con recursos del gobierno federal. El canal 11 del IPN tiene una cobertura de 42% del país, mientras Canal 22 da cobertura a la ciudad de México y su área conurbada, y a poblaciones de Hidalgo y Querétaro.
El presupuesto de Canal 11 para 2011, por parte de la federación, fue de casi 719 millones de pesos, mientras que el de Canal 22 fue de 386.5 millones de pesos.
El presupuesto de algunas cadenas de televisión pública más importantes en el mundo es superior al de Canal 11. Por ejemplo, RTVE (Radio y Televisión Española) tiene un tope de gasto, para 2011, de mil 200 millones de euros (20.5 mil mdp).
Documentos del CIDE Telecom aseguran que la televisión pública en México enfrente dos limitantes por un lado, la cobertura es limitada tanto a nivel regional como nacional. Por otro lado, los recursos de todos estos canales son limitados. De acuerdo con un estudio, entre 2007 y 2008, hubo canales con un presupuesto de tan sólo un millón de pesos anuales.
Ramiro Alonso, El Universal, 2 de julio.

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