Edgar David, la travesía de un hondureño

Edgar David de Ríos está próximo a cumplir 24 años de edad y quiere celebrar su cumpleaños el 26 de agosto con Briana y Jenny, sus hijas de uno y dos años. Pero el muro fronterizo los separa.

“Extraño a mis hijas, extraño a mi esposa, pero con el favor de mi virgen, de mi morenita color de azúcar voy a llegar a Estados Unidos”, comenta a Crónica.

Debido a las presiones de los vecinos, la Casa del Migrante San Juan Diego, en el municipio de Tultitlán, fue cerrado y se habilitó un albergue temporal bajo un puente vehicular en la colonia Independencia.

El viernes por la noche fue desmantelado y ahora todos los indocumentados  podrán recibir comida y cobijo en el albergue ubicado en el ejido San Bartolo, en el municipio de Huehuetoca.

Ayer, Edgar David de Ríos se encontraba en ese albergue bajo el cuidado del padre Juan Antonio Torres.

Junto con otros nueve centroamericanos, Edgar inició de nuevo su travesía y abordó La Bestia a las 16:40 horas.

Su historia no termina aquí. Este enviado le entregó un celular para monitorear su trayecto hasta que llegue a su destino o se pierda comunicación con él.

¿Podrá cumplir su sueño americano o formará parte de la lista de desaparecidos y muertos?

Oriundo de Honduras, David lleva la música por dentro. En Houston, Texas, lugar en el que se encuentra su familia, trabajaba como  disc-jockey en un antro, pero la migra lo agarró y fue deportado.

Hace trece días, cuenta, salió de Honduras. “El trayecto hasta el Estado de México ha sido tranquilo afortunadamente, con el grupo que venía no sufrimos ningún robo o algún maltrato por parte de las autoridades, pero el camino aún es largo”, narra ante el reportero.

—¿Por qué sales de tu país? -se le pregunta.

—-La pobreza en Honduras está canija, con mil pesos a la semana no podría mantener a mi familia, así no se puede y todo esto que hago es para darles una mejor vida.

—¿Traes dinero?

—-No, vengo sin un peso. Hay que charolear en el trayecto, pero jamás robar, porque desafortunadamente por unos pagamos todos y hay vatos que vienen en la bola y se dedican a robar y luego por eso la gente ya no nos quiere ayudar.

—¿Y cómo piensas pasar la frontera?

—-Ya que esté en la frontera contacto a un “pollero” que me cobra entre 2 mil 500 y 2 mil 800 dólares.

—¿Pero no tienes dinero?

—-Cuando esté en la frontera mi esposa se encarga de eso.

—¿Tu esposa también es de Honduras?

—-Ella tiene la ciudadanía americana, no tiene problema con Migración y ahorita ella es la que trabaja haciendo limpieza en una oficina p’a poder mantener a mis hijas.

A diario, los migrantes que pasan por México están expuestos a robos, secuestros, violaciones, torturas, extorsiones… o la muerte.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en los últimos cuatro años, a su paso por territorio mexicano, 80 mil migrantes no pudieron cumplir el sueño americano. Fueron asesinados por la delincuencia organizada.

En un informe entregado por la CNDH a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se menciona que tan solo en seis meses (de abril a septiembre de 2010) se registraron 214 casos de secuestro masivo. Cada día fueron secuestradas 62 indocumentados, estos es mil 888 por mes. En total fueron 11 mil 333 las víctimas.

Las cifras del informe se hicieron con base a  178 testimonios recabados, de los cuales el 86 por ciento son declaraciones ofrecidas por migrantes que fueron víctimas directas del ilícito y un 14 por ciento de narraciones de testigos presenciales, además de la visita de 538 albergues, así como estaciones migratorias y 214 lugares con alta concentración de migrantes.


Dennis A. García en Huehuetoca, La Crónica, 5 de agosto.

0 Responses to "Edgar David, la travesía de un hondureño"