“Mi esposa ya dio al pollero mil de 2,500 dólares para que me pase al gabacho; estoy en Saltillo con rumbo a Nuevo Laredo”, informa David a Crónica

Mientras Edgar David de Ríos ya se acerca a la frontera de Estados Unidos, su esposa Anel Guardiola ya contactó al pollero y le entregó mil, de los 2 mil 500 dólares pactados para que lo pase. 

El martes por la noche, Edgar abordó de nuevo el tren en San Luis Potosí para continuar su camino a Houston, Texas, donde se encuentra su familia.

Durante la conversación telefónica de ayer -11:50 horas-, El Vampiro, como también se le conoce al indocumentado en los centros nocturnos donde mezcla música, mencionó que ya se encontraba en Saltillo, Coahuila.

Ya van 17 días de travesía y le falta pasar una de las zonas más peligrosas para los migrantes y que es disputada por el Cártel del Golfo y la organización criminal de Los Zetas.

Para hacer más alegre el trayecto, el grupo de centroamericanos que busca el “sueño americano” escucha un poco de reggaetón mientras Edgar toma la llamada.

—¿Cómo te sientes?

—Muy cansado, cuando subes al tren todo el camino tienes que ir despierto porque si uno se duerme corre el riesgo de caer y ser aplastado.

—¿Por dónde te encuentras?

—Estoy entrando a Saltillo, pero no vamos a bajar del tren, mejor nos seguimos directos a Nuevo Laredo.

—¿A qué hora llegas a Nuevo Laredo?

—No sé bien a qué hora, pero por la tarde yo espero que ya me encuentre en Nuevo Laredo.

—¿Y de ahí que sigue?

—Mí esposa ya le dio al pollero mil dólares, ya lo contactó para que me pueda pasar.

—¿Y el resto?

—Los otros mil 500 dólares se le pagan cuando ya esté en el gabacho.

—¿Ya te comunicaste con tu esposa?

—Ayer (martes) sí puede hablar con ella y fue que me dijo que ya estaba lo del pollero, pero hoy no pude hablar con ella, creo que le cortaron la línea.

David de Ríos salió el lunes 23 de julio de Honduras sin dinero, a su paso por territorio mexicano sólo se ha mantenido de lo que le ofrecen en las casas para migrantes y “charolenado”, como él dice.

Su historia se ha seguido desde el sábado pasado, cuando en el municipio de Huehuetoca, en el Estado de México, le fue entregado un celular para estar en contacto.

Datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) indican que, en los últimos cuatro años, 80 mil migrantes no pudieron cumplir el “sueño americano”; fueron asesinados por la delincuencia organizada. Hasta el momento, el recorrido de Edgar ha sido sin complicaciones.

Dennis A: García, La Crónica, 9 de agosto.