La Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin) afirmó que de no crearse mejores incentivos para la economía formal en México, como reducir el costo-país, elevar la competitividad de las actividades económicas, facilitar la creación de empleos, reducir impuestos y tener mejor desarrollo social, se corre el riesgo de pasar de la recesión al estancamiento.
“Cada vez que elevamos los costos para que una empresa opere legalmente estamos subsidiando el desarrollo del sector informal. Si salir de la recesión no será una tarea sencilla, más difícil será alcanzar un crecimiento acelerado y sostenido de la actividad económica. Si no actuamos a tiempo, en forma ordenada y con una estrategia pactada por todos, pasaremos de la recesión al estancamiento”, destacó el organismo en su análisis mensual del sector industrial.
En ese sentido, dijo que México no debe aspirar al mediocre crecimiento económico de los últimos años, ante lo cual es preciso articular una estrategia que permita elevar la rentabilidad del sector formal.
“Aumentan los indicios que apuntan hacia la recuperación de la economía. La fase crítica quedó atrás. Comienzan a remontar la cuesta los principales indicadores de la economía. Pero se trata de un proceso lento y difícil, que no será lineal, es decir, no estará exento de tropiezos o pausas”, señaló.
En este contexto, para la Concamin las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) enfrentan el panorama más difícil de los últimos 14 años y, en el corto plazo, deberán afrontar dos poderosas fuerzas erosivas, tal es el caso de las nuevas disposiciones fiscales y un mercado cuya demanda sigue sin dar sólidas muestras de recuperación.
“Lo anterior se habrá de sumar al ambiente económico prevaleciente; al bajo nivel en los pedidos y en las ventas; a los crecientes problemas de cobranza y liquidez; al aumento en los costos de operación; al descenso en la rentabilidad de sus inversiones; a las prácticas depredatorias de precios que aplican empresas para desplazar del mercado a sus competidores”, dijo.
Aunado a lo anterior, dijo que el embate de la informalidad y la piratería, el aumento en las dificultades para acceder a recursos financieros, así como a la incertidumbre sobre el futuro económico, son factores todos ellos que han enrarecido el clima para los negocios, colocando a las mipymes a la defensiva, en estado de sitio y frente a dificultades cada vez mayores.
“Cada vez que elevamos los costos para que una empresa opere legalmente estamos subsidiando el desarrollo del sector informal. Si salir de la recesión no será una tarea sencilla, más difícil será alcanzar un crecimiento acelerado y sostenido de la actividad económica. Si no actuamos a tiempo, en forma ordenada y con una estrategia pactada por todos, pasaremos de la recesión al estancamiento”, destacó el organismo en su análisis mensual del sector industrial.
En ese sentido, dijo que México no debe aspirar al mediocre crecimiento económico de los últimos años, ante lo cual es preciso articular una estrategia que permita elevar la rentabilidad del sector formal.
“Aumentan los indicios que apuntan hacia la recuperación de la economía. La fase crítica quedó atrás. Comienzan a remontar la cuesta los principales indicadores de la economía. Pero se trata de un proceso lento y difícil, que no será lineal, es decir, no estará exento de tropiezos o pausas”, señaló.
En este contexto, para la Concamin las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) enfrentan el panorama más difícil de los últimos 14 años y, en el corto plazo, deberán afrontar dos poderosas fuerzas erosivas, tal es el caso de las nuevas disposiciones fiscales y un mercado cuya demanda sigue sin dar sólidas muestras de recuperación.
“Lo anterior se habrá de sumar al ambiente económico prevaleciente; al bajo nivel en los pedidos y en las ventas; a los crecientes problemas de cobranza y liquidez; al aumento en los costos de operación; al descenso en la rentabilidad de sus inversiones; a las prácticas depredatorias de precios que aplican empresas para desplazar del mercado a sus competidores”, dijo.
Aunado a lo anterior, dijo que el embate de la informalidad y la piratería, el aumento en las dificultades para acceder a recursos financieros, así como a la incertidumbre sobre el futuro económico, son factores todos ellos que han enrarecido el clima para los negocios, colocando a las mipymes a la defensiva, en estado de sitio y frente a dificultades cada vez mayores.
Antonio Hernández, Milenio, 9 de noviembre.
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