El Presidente Felipe Calderón explicó ayer que el Gobierno federal pretende empujar una retirada paulatina del Ejército en Ciudad Juárez y en toda la República para transferir la responsabilidad del combate al crimen organizado a las autoridades estatales y municipales.
"Queremos que paulatinamente la ayuda tan valiosa e imprescindible que prestan las Fuerzas Armadas en el combate directo a la delincuencia pueda ser paulatina y gradualmente trasladada (y) transferida a las autoridades civiles, que son las primeras responsables y encargadas de la seguridad pública", aclaró.
Calderón hizo notar que el Ejército no se retirará de Juárez, sino que seguirá allí, respaldando a las fuerzas civiles en el resguardo de instalaciones estratégicas, participando en los operativos cuando sean llamados como respaldo a la fuerza civil.
En rueda de prensa que ofreció al lado del Primer Ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, Calderón explicó que la estrategia diseñada implica "poco a poco" trasladar la responsabilidad a la Policía Federal y, en posteriores etapas, a la estatal y luego a la municipal. Con todo, no dejó de advertir que será una batalla de largo plazo que se va a ganar.
"El plan es que paulatinamente, en la medida en que los ayudamos a fortalecer sus capacidades operativas, vamos a ir delegando el control y la responsabilidad, y ahora estamos empezando dando un paso con esta transición".
Por lo pronto, virtualmente puso un ultimátum al Congreso de la Unión para que desahogue la iniciativa que en términos de seguridad interior puso en sus manos y pueda definirse la participación del Ejército en las tareas cotidianas de seguridad.
El Legislativo, consideró, debe "resolver ya" y procesar la iniciativa que busca aportar certidumbre a la intervención de las Fuerzas Armadas en el terreno del combate al crimen organizado en el País.
"Esta ley es indispensable para que tengamos con toda claridad y nitidez bien definidos los campos de participación de las policías y de las Fuerzas Armadas", puntualizó.
El Mandatario se rehusó a responder a una pregunta alusiva a la entrevista que el fundador del semanario Proceso, Julio Scherer, le hizo a Ismael "El Mayo" Zambada.
"No haré un comentario específico del tema", puntualizó, aunque luego afirmó que la batalla que emprende el Gobierno es sin distingos y sin cuartel. "Habrá algunos que se sientan acosados y perseguidos de la criminalidad, porque estamos combatiendo a todos los grupos criminales sin distingos", sostuvo.
El miércoles, el Secretario de Defensa, Guillermo Galván, afirmó ante integrantes de la comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados que calculaba que el Ejército estaría en las calles entre 5 y 10 años más.
"Queremos que paulatinamente la ayuda tan valiosa e imprescindible que prestan las Fuerzas Armadas en el combate directo a la delincuencia pueda ser paulatina y gradualmente trasladada (y) transferida a las autoridades civiles, que son las primeras responsables y encargadas de la seguridad pública", aclaró.
Calderón hizo notar que el Ejército no se retirará de Juárez, sino que seguirá allí, respaldando a las fuerzas civiles en el resguardo de instalaciones estratégicas, participando en los operativos cuando sean llamados como respaldo a la fuerza civil.
En rueda de prensa que ofreció al lado del Primer Ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, Calderón explicó que la estrategia diseñada implica "poco a poco" trasladar la responsabilidad a la Policía Federal y, en posteriores etapas, a la estatal y luego a la municipal. Con todo, no dejó de advertir que será una batalla de largo plazo que se va a ganar.
"El plan es que paulatinamente, en la medida en que los ayudamos a fortalecer sus capacidades operativas, vamos a ir delegando el control y la responsabilidad, y ahora estamos empezando dando un paso con esta transición".
Por lo pronto, virtualmente puso un ultimátum al Congreso de la Unión para que desahogue la iniciativa que en términos de seguridad interior puso en sus manos y pueda definirse la participación del Ejército en las tareas cotidianas de seguridad.
El Legislativo, consideró, debe "resolver ya" y procesar la iniciativa que busca aportar certidumbre a la intervención de las Fuerzas Armadas en el terreno del combate al crimen organizado en el País.
"Esta ley es indispensable para que tengamos con toda claridad y nitidez bien definidos los campos de participación de las policías y de las Fuerzas Armadas", puntualizó.
El Mandatario se rehusó a responder a una pregunta alusiva a la entrevista que el fundador del semanario Proceso, Julio Scherer, le hizo a Ismael "El Mayo" Zambada.
"No haré un comentario específico del tema", puntualizó, aunque luego afirmó que la batalla que emprende el Gobierno es sin distingos y sin cuartel. "Habrá algunos que se sientan acosados y perseguidos de la criminalidad, porque estamos combatiendo a todos los grupos criminales sin distingos", sostuvo.
El miércoles, el Secretario de Defensa, Guillermo Galván, afirmó ante integrantes de la comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados que calculaba que el Ejército estaría en las calles entre 5 y 10 años más.
Mayolo López, Reforma, 10 de abril.
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