SANTIAGO.— Conforme se acercan los comicios presidenciales del 30 de mayo en Colombia, “el fenómeno” de Antanas Mockus toma fuerza, al punto de convertirse en una seria alternativa de gobierno.
Aunque entre enero y marzo diversas encuestas apenas otorgaban un respaldo de entre 5 y 9% al dos veces alcalde de Bogotá y hoy candidato del Partido Verde, un sondeo Ipsos Napoleón publicado el lunes reveló que éste supera en la intención de voto al postulante del oficialista Partido Social de Unidad Nacional, el ex ministro Juan Manuel Santos. La muestra otorga 38% a Mockus y 29% a Santos, y sería el candidato Verde quien ganaría en segunda vuelta, con 50% de apoyo.
A decir de analistas, el crecimiento de Mockus se debe, en parte, a su mensaje de cambio, con consignas que apelan a la honestidad y transparencia.
En diálogo exclusivo con El Mercurio, del que aquí se publican extractos, Mockus habló sobre cómo sería un gobierno suyo, poniendo énfasis en el respeto, particularmente en las relaciones con los gobiernos de otros países.
¿Cómo serían sus relaciones con Chávez?
Espero que sean respetuosas y prudentes, acudiendo mucho a los mecanismos institucionales de los gobiernos.
¿Pero ve factible eso, considerando que Chávez se entromete en la política interna colombiana y ha recurrido a los insultos y amenazas?
Tengo la esperanza de que el respeto y la prudencia unilaterales, de mi parte, puedan inducir una especie de actitud, de respuesta recíproca. Tengo esa confianza. Yo sé en carne propia lo que es lanzar una frase sonora, de la que uno después a veces se arrepiente.
¿Y se puede llevar una relación diplomática normal con exabruptos como los del mandatario venezolano?
Nosotros, los colombianos, seguiremos en esa vía (la diplomática), puesto que la democracia en América Latina hay que cuidarla y respetarla.
Tenemos que respetarnos mutuamente, aunque el experimento o modelo democrático del otro sea distinto.
¿Está dispuesto a un diálogo con las FARC, a un intercambio humanitario?
Yo no acepto ni aceptaré que me hablen con el lenguaje del secuestro. Las FARC, para desgracia de todos, se han especializado en ser una organización secuestradora. Si quieren negociaciones, tendrán que dejar de lado el lenguaje del secuestro y del terrorismo.
¿Mantendrá la política de Seguridad Democrática implementada por el presidente Álvaro Uribe?
Sí, porque me parece que la policía y el Ejército colombiano han progresado mucho. Tenemos ahora un mayor control del territorio, un mayor monopolio del uso de la fuerza por parte del Estado.
Y a todo esto hay que añadirle el monopolio de la justicia por parte del Estado.
¿Seguirá la presencia de tropas estadounidenses en bases militares colombianas?
Sí. Eso ya se firmó y frente a este tipo de acuerdos yo soy muy cuidadoso de construir sobre lo construido. No es el momento de abrir una discusión.
Aunque entre enero y marzo diversas encuestas apenas otorgaban un respaldo de entre 5 y 9% al dos veces alcalde de Bogotá y hoy candidato del Partido Verde, un sondeo Ipsos Napoleón publicado el lunes reveló que éste supera en la intención de voto al postulante del oficialista Partido Social de Unidad Nacional, el ex ministro Juan Manuel Santos. La muestra otorga 38% a Mockus y 29% a Santos, y sería el candidato Verde quien ganaría en segunda vuelta, con 50% de apoyo.
A decir de analistas, el crecimiento de Mockus se debe, en parte, a su mensaje de cambio, con consignas que apelan a la honestidad y transparencia.
En diálogo exclusivo con El Mercurio, del que aquí se publican extractos, Mockus habló sobre cómo sería un gobierno suyo, poniendo énfasis en el respeto, particularmente en las relaciones con los gobiernos de otros países.
¿Cómo serían sus relaciones con Chávez?
Espero que sean respetuosas y prudentes, acudiendo mucho a los mecanismos institucionales de los gobiernos.
¿Pero ve factible eso, considerando que Chávez se entromete en la política interna colombiana y ha recurrido a los insultos y amenazas?
Tengo la esperanza de que el respeto y la prudencia unilaterales, de mi parte, puedan inducir una especie de actitud, de respuesta recíproca. Tengo esa confianza. Yo sé en carne propia lo que es lanzar una frase sonora, de la que uno después a veces se arrepiente.
¿Y se puede llevar una relación diplomática normal con exabruptos como los del mandatario venezolano?
Nosotros, los colombianos, seguiremos en esa vía (la diplomática), puesto que la democracia en América Latina hay que cuidarla y respetarla.
Tenemos que respetarnos mutuamente, aunque el experimento o modelo democrático del otro sea distinto.
¿Está dispuesto a un diálogo con las FARC, a un intercambio humanitario?
Yo no acepto ni aceptaré que me hablen con el lenguaje del secuestro. Las FARC, para desgracia de todos, se han especializado en ser una organización secuestradora. Si quieren negociaciones, tendrán que dejar de lado el lenguaje del secuestro y del terrorismo.
¿Mantendrá la política de Seguridad Democrática implementada por el presidente Álvaro Uribe?
Sí, porque me parece que la policía y el Ejército colombiano han progresado mucho. Tenemos ahora un mayor control del territorio, un mayor monopolio del uso de la fuerza por parte del Estado.
Y a todo esto hay que añadirle el monopolio de la justicia por parte del Estado.
¿Seguirá la presencia de tropas estadounidenses en bases militares colombianas?
Sí. Eso ya se firmó y frente a este tipo de acuerdos yo soy muy cuidadoso de construir sobre lo construido. No es el momento de abrir una discusión.
Javier Méndez Araya, El Universal, 29 de abril.
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