LA HABANA.- En lo que suena a un intento honesto por evitar la ruptura dramática del sistema cubano, cada vez más intelectuales, artistas y académicos que apoyaron al Gobierno de Cuba cuestionan esta gestión y reclaman cambios profundos y urgentes en la economía, la política y las libertades civiles.
"No podemos seguir impávidos viendo cómo la Revolución está perdiendo terreno por la indecisión de la dirección a propiciar los cambios necesarios, con la profundidad y la agilidad que la situación requiere", opinó el ex diplomático e historiador marxista Pedro Campos, quien desde internet promueve "un socialismo participativo y democrático".
Campos impulsa un programa de cambios democratizadores que incluye la amnistía para los presos políticos. Además, critica "la falta de transparencia y consenso con que se está haciendo todo desde el Estado".
Mientras, investigadores del Centro de Estudios de la Economía Cubana, como Pavel Vidal, opinan que el futuro del sistema pasa necesariamente por eliminar restricciones a la iniciativa privada. Pero las autoridades no parecen dispuestas a apurar el paso hacia la descentralización y la apertura.
La lentitud y el hermetismo de los políticos contrasta cada vez más con la urgencia de los ciudadanos y su progresiva elocuencia.
En estos días, por primera vez, una escritora habanera, Ena Lucía Portela, miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) suscribió la carta "OZT: Yo acuso al Gobierno cubano", que pide la excarcelación de los presos políticos, externando así su inconformidad con la línea oficial de la institución.
En su mensaje a los organizadores de OZT, Portela indicó: "Añade mi nombre, por favor, y que venga lo que venga".
OZT son las iniciales de Orlando Zapata Tamayo, preso político cubano que murió en febrero después de una larga huelga de hambre.
El mes pasado, también el trovador Pablo Milanés expresó a periodistas españoles su desacuerdo con la actitud del Gobierno hacia los disidentes. Milanés dijo sentirse "perturbado" por la reciente confrontación a las Damas de Blanco -familiares de presos políticos- y opinó que los cambios anunciados por Raúl Castro en 2007 no se han cumplido.
Una semana después, el cantante Silvio Rodríguez declaró que "en este momento el país pide a gritos una revisión de montones de cosas, desde conceptos hasta instituciones".
Pese a que Rodríguez y Milanés no se hablan desde hace décadas, el primero salió en defensa del segundo cuando fue vapuleado en una web oficialista por expresar sus opiniones críticas: "Si respetan tanto al creador, como dicen, ¿por qué no le respetan que diga lo que piensa?", advirtió Silvio.
En tanto, este domingo, Raúl Castro se limitó en un evento con jóvenes a pedir paciencia.
"No ignoro que algunos compañeros a veces se desesperan. Los que piden avanzar más rápido deben tener en cuenta el rosario de asuntos que estamos estudiando.
"Debemos evitar que por apresuramiento o improvisación, tratando de solucionar un problema, causemos otro mayor", externó el General, a casi tres años de que anunciara la necesidad de reformas estructurales.
"No podemos seguir impávidos viendo cómo la Revolución está perdiendo terreno por la indecisión de la dirección a propiciar los cambios necesarios, con la profundidad y la agilidad que la situación requiere", opinó el ex diplomático e historiador marxista Pedro Campos, quien desde internet promueve "un socialismo participativo y democrático".
Campos impulsa un programa de cambios democratizadores que incluye la amnistía para los presos políticos. Además, critica "la falta de transparencia y consenso con que se está haciendo todo desde el Estado".
Mientras, investigadores del Centro de Estudios de la Economía Cubana, como Pavel Vidal, opinan que el futuro del sistema pasa necesariamente por eliminar restricciones a la iniciativa privada. Pero las autoridades no parecen dispuestas a apurar el paso hacia la descentralización y la apertura.
La lentitud y el hermetismo de los políticos contrasta cada vez más con la urgencia de los ciudadanos y su progresiva elocuencia.
En estos días, por primera vez, una escritora habanera, Ena Lucía Portela, miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) suscribió la carta "OZT: Yo acuso al Gobierno cubano", que pide la excarcelación de los presos políticos, externando así su inconformidad con la línea oficial de la institución.
En su mensaje a los organizadores de OZT, Portela indicó: "Añade mi nombre, por favor, y que venga lo que venga".
OZT son las iniciales de Orlando Zapata Tamayo, preso político cubano que murió en febrero después de una larga huelga de hambre.
El mes pasado, también el trovador Pablo Milanés expresó a periodistas españoles su desacuerdo con la actitud del Gobierno hacia los disidentes. Milanés dijo sentirse "perturbado" por la reciente confrontación a las Damas de Blanco -familiares de presos políticos- y opinó que los cambios anunciados por Raúl Castro en 2007 no se han cumplido.
Una semana después, el cantante Silvio Rodríguez declaró que "en este momento el país pide a gritos una revisión de montones de cosas, desde conceptos hasta instituciones".
Pese a que Rodríguez y Milanés no se hablan desde hace décadas, el primero salió en defensa del segundo cuando fue vapuleado en una web oficialista por expresar sus opiniones críticas: "Si respetan tanto al creador, como dicen, ¿por qué no le respetan que diga lo que piensa?", advirtió Silvio.
En tanto, este domingo, Raúl Castro se limitó en un evento con jóvenes a pedir paciencia.
"No ignoro que algunos compañeros a veces se desesperan. Los que piden avanzar más rápido deben tener en cuenta el rosario de asuntos que estamos estudiando.
"Debemos evitar que por apresuramiento o improvisación, tratando de solucionar un problema, causemos otro mayor", externó el General, a casi tres años de que anunciara la necesidad de reformas estructurales.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 6 de abril.
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