Ahora fueron diputados federales de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) quienes visitaron a las queretanas otomíes Alberta Alcántara Juan y Teresa González, recluidas en el Centro Preventivo y de Ejecución de Sanciones Penales de San José El Alto, en esta entidad.
Las dos internas, acusadas de haber secuestrado a seis elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y sentenciadas por tal delito a 21 años de prisión, se quejaron por considerar que su caso se ha politizado, además de pensar que muchos de los que las han ido a visitar lo han hecho por interés político.
“Nosotras ya no queremos hablar con nadie, porque hasta los medios de comunicación han dicho cosas que nosotros no dijimos… lo que queremos es salir porque somos inocentes”, les dijo Alberta Alcántara a los diputados federales.
Ingresaron al Cereso femenil los diputados Florentina Rosario Morales, Filemón Navarro, Domingo Rodríguez y Leticia Quesada, quienes afirmaron que harán todo lo que esté a su alcance para que se haga justicia.
A inicios de la semana recibieron la visita de varias mujeres de San José Atenco, en tanto que el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, estuvo con ellas la representante adjunta en México de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liliana Valiña, quien afirmó que predominó la discriminación en contra de Alberta y Teresa durante su proceso legal.
Lamentó que México tenga todavía el reto de eliminar la discriminación y que el sistema de justicia nacional tenga como desafío investigar y resolver casos en los que están mujeres involucradas.
El 20 de marzo pasado, media centena de activistas de diversas organizaciones y de Amnistía Internacional (AI) se manifestaron frente al penal de Querétaro en demanda de la libertad de las indígenas queretanas.
En esa ocasión, el director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) México, Alberto Herrera Aragón, ya había advertido del riesgo que se corría de politizar la lucha por la liberación de Alberta Alcántara y Teresa González.
“A eso me refiero cuando digo que el tema político no puede ser el centro del asunto, sino el caso de Teresa y Alberta, y cómo hacer para que no se repitan estos casos, además de dejar en claro el uso ineficiente del sistema de justicia”, puntualizó el representante de AI.
Un día después, el 21 de marzo, el senador de la República, Manlio Fabio Beltrones, estuvo en Querétaro, en compañía de los también senadores Socorro García Quiroz, Tomás Torres Mercado y Amira Gómez Tueme, y del diputado federal, Rubén Moreira Valdez, integrantes del Grupo Plural de Trabajo conformado para darle seguimiento al caso de las indígenas queretanas.
El caso de ambas mujeres fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, después de que el juez cuarto de distrito dictara sentencia condenatoria, y el expediente fuera turnado, en segunda instancia, al magistrado del Tribunal Unitario del 22 circuito, Hanz Eduardo López Muñoz.
Este último lo remitió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Las dos internas, acusadas de haber secuestrado a seis elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y sentenciadas por tal delito a 21 años de prisión, se quejaron por considerar que su caso se ha politizado, además de pensar que muchos de los que las han ido a visitar lo han hecho por interés político.
“Nosotras ya no queremos hablar con nadie, porque hasta los medios de comunicación han dicho cosas que nosotros no dijimos… lo que queremos es salir porque somos inocentes”, les dijo Alberta Alcántara a los diputados federales.
Ingresaron al Cereso femenil los diputados Florentina Rosario Morales, Filemón Navarro, Domingo Rodríguez y Leticia Quesada, quienes afirmaron que harán todo lo que esté a su alcance para que se haga justicia.
A inicios de la semana recibieron la visita de varias mujeres de San José Atenco, en tanto que el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, estuvo con ellas la representante adjunta en México de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liliana Valiña, quien afirmó que predominó la discriminación en contra de Alberta y Teresa durante su proceso legal.
Lamentó que México tenga todavía el reto de eliminar la discriminación y que el sistema de justicia nacional tenga como desafío investigar y resolver casos en los que están mujeres involucradas.
El 20 de marzo pasado, media centena de activistas de diversas organizaciones y de Amnistía Internacional (AI) se manifestaron frente al penal de Querétaro en demanda de la libertad de las indígenas queretanas.
En esa ocasión, el director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) México, Alberto Herrera Aragón, ya había advertido del riesgo que se corría de politizar la lucha por la liberación de Alberta Alcántara y Teresa González.
“A eso me refiero cuando digo que el tema político no puede ser el centro del asunto, sino el caso de Teresa y Alberta, y cómo hacer para que no se repitan estos casos, además de dejar en claro el uso ineficiente del sistema de justicia”, puntualizó el representante de AI.
Un día después, el 21 de marzo, el senador de la República, Manlio Fabio Beltrones, estuvo en Querétaro, en compañía de los también senadores Socorro García Quiroz, Tomás Torres Mercado y Amira Gómez Tueme, y del diputado federal, Rubén Moreira Valdez, integrantes del Grupo Plural de Trabajo conformado para darle seguimiento al caso de las indígenas queretanas.
El caso de ambas mujeres fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, después de que el juez cuarto de distrito dictara sentencia condenatoria, y el expediente fuera turnado, en segunda instancia, al magistrado del Tribunal Unitario del 22 circuito, Hanz Eduardo López Muñoz.
Este último lo remitió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Juan José Arreola corresponsal, El Universal, 16 de abril.
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