Los barberos y peluqueros de salones pequeños tendrán que pagar al Estado una suerte de renta de los locales —incluyendo luz y agua—; deberán adquirir sus propios insumos (champú, máquinas, cuchillas, talco, etc) y correrán a cargo del mantenimiento y ambientación de los inmuebles. A cambio, podrán cobrar lo que estimen conveniente por sus servicios.
“Es una medida nueva, no sé cómo nos irá”, comentó la estilista Josefina Hernández, del Salón Correo, en La Habana Vieja.
La medida se empezó a aplicar el 1 de abril y no fue anunciada oficialmente. En la capital, la disposición comenzó al menos en Habana Vieja y 10 de Octubre.
Allí, cada estilista deberán pagar unos 996 pesos cubanos al mes (47 dólares) al Estado. Los impuestos parecen variar de acuerdo a las provincias, pues en Matanzas se abonará el equivalente a 28 dólares. No se especificó cuándo se aplicará este método a todas las barberías del país. Hasta ahora, el precio avalado por el gobierno de un corte de caballero era 0.03 centavos de dólar y 0.05 centavos de dólar en el caso de las damas, pero extraoficialmente el cliente pagaba unos 0.47 centavos de dólar.
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