A los vendedores de piratería de Tepito y La Lagunilla los tienen sin cuidado las reformas al Código Penal que permitirán perseguir de oficio y castigar hasta con seis años de prisión a quienes vendan productos apócrifos.
Los piratas aseguran que su "negocio" está protegido por el crimen organizado.
"Si piensan que sólo somos un grupito de jodidos que vendemos discos, pues, están muy equivocados porque aquí hay negocios hasta de Zetas, de mafias que no se van a dejar", afirmó Manuel, vendedor de películas apócrifas sobre Eje 1 Norte.
Otros ambulantes del llamado Barrio Bravo y de las zonas de La Lagunilla y Mixcalco entrevistados por REFORMA dijeron no sentirse amenazados por la nueva reglamentación aprobada el martes en la Cámara de Diputados debido a que en su actividad hay intereses económicos de cárteles y organizaciones delictivas que, aseguran, defenderán sus ingresos.
Daniel, vendedor de lociones y perfumes apócrifos en la esquina de Manuel Doblado y Mixcalco, confió en que no será detenido gracias a la protección que le otorga su cuota de 30 pesos por día a sus "amigos pesados", a quienes identifica como "mafiosos".
"Las mafias de aquí son amigos pesados que defienden sus puestos a lo cabrón. Hay gente que viene a vender sin tener su autorización y no se la acaban. Lo mismo le puede pasar a los que se metan aquí sin permiso", afirmó.
"Llevan años espantándonos con eso y no nos quitan. Aquí se trata de sobrevivir, y para eso nos pintamos solos. Tenemos gente bien parada, muy bien parada, a la que no le van a tirar el negocito", indicó Sergio, comerciante de ropa, quien llama a sus clientes de la calle República de Argentina al grito de: "¡Es pirata, pero puesto no se nota!".
Diana, quien dice ser importadora de bolsas "de imitación", aseveró que la preocupación entre los comerciantes no es por los cambios legales, sino por la posibilidad de que las cuotas de protección puedan ser más altas.
"En todo caso, nos preocupa el dinero que nos van a cobrar más por protección por lo de la ley. Aquí, quien no paga la cuota se atiene a las consecuencias. Esta ley sólo va a beneficiar a las mafias y a los policías, que viven muy bien de la extorsión", consideró.
Alfonso Hernández, director del Centro de Estudios Tepiteños, confirmó la presencia social y económica de cárteles y células del crimen organizado en la venta de artículos apócrifos en el Barrio Bravo.
"Hay lugares donde los cárteles ya tienen su propia marca para distribuir piratería, y esto significa un buen negocio porque la piratería inició como una estrategia geopolítica para ocupar nichos de mercado.
"Este cambio legaloide convertirá a Tepito en una zona de economía de la vigilancia, donde se invertirá menos en el mercado interno y más en protección, menos en producción de empleo y más en seguridad, lo cual beneficia a la delincuencia", afirmó.
* 49% de los mexicanos cree que la piratería seguirá igual pese a la nueva ley.
Los piratas aseguran que su "negocio" está protegido por el crimen organizado.
"Si piensan que sólo somos un grupito de jodidos que vendemos discos, pues, están muy equivocados porque aquí hay negocios hasta de Zetas, de mafias que no se van a dejar", afirmó Manuel, vendedor de películas apócrifas sobre Eje 1 Norte.
Otros ambulantes del llamado Barrio Bravo y de las zonas de La Lagunilla y Mixcalco entrevistados por REFORMA dijeron no sentirse amenazados por la nueva reglamentación aprobada el martes en la Cámara de Diputados debido a que en su actividad hay intereses económicos de cárteles y organizaciones delictivas que, aseguran, defenderán sus ingresos.
Daniel, vendedor de lociones y perfumes apócrifos en la esquina de Manuel Doblado y Mixcalco, confió en que no será detenido gracias a la protección que le otorga su cuota de 30 pesos por día a sus "amigos pesados", a quienes identifica como "mafiosos".
"Las mafias de aquí son amigos pesados que defienden sus puestos a lo cabrón. Hay gente que viene a vender sin tener su autorización y no se la acaban. Lo mismo le puede pasar a los que se metan aquí sin permiso", afirmó.
"Llevan años espantándonos con eso y no nos quitan. Aquí se trata de sobrevivir, y para eso nos pintamos solos. Tenemos gente bien parada, muy bien parada, a la que no le van a tirar el negocito", indicó Sergio, comerciante de ropa, quien llama a sus clientes de la calle República de Argentina al grito de: "¡Es pirata, pero puesto no se nota!".
Diana, quien dice ser importadora de bolsas "de imitación", aseveró que la preocupación entre los comerciantes no es por los cambios legales, sino por la posibilidad de que las cuotas de protección puedan ser más altas.
"En todo caso, nos preocupa el dinero que nos van a cobrar más por protección por lo de la ley. Aquí, quien no paga la cuota se atiene a las consecuencias. Esta ley sólo va a beneficiar a las mafias y a los policías, que viven muy bien de la extorsión", consideró.
Alfonso Hernández, director del Centro de Estudios Tepiteños, confirmó la presencia social y económica de cárteles y células del crimen organizado en la venta de artículos apócrifos en el Barrio Bravo.
"Hay lugares donde los cárteles ya tienen su propia marca para distribuir piratería, y esto significa un buen negocio porque la piratería inició como una estrategia geopolítica para ocupar nichos de mercado.
"Este cambio legaloide convertirá a Tepito en una zona de economía de la vigilancia, donde se invertirá menos en el mercado interno y más en protección, menos en producción de empleo y más en seguridad, lo cual beneficia a la delincuencia", afirmó.
* 49% de los mexicanos cree que la piratería seguirá igual pese a la nueva ley.
Oscar Balderas, Reforma, 10 de abril.
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