BUENOS AIRES.— El presidente colombiano Álvaro Uribe calificó ayer de “gravísimas violaciones a los derechos humanos” la detención de ocho connacionales en territorio venezolano, acusados de espionaje, mientras que su par Hugo Chávez advirtió que Bogotá “tendrá que explicar” la presencia de esos sujetos en el país.
El gobierno venezolano anunció las detenciones el martes y, ayer, Chávez aprovechó una reunión de gabinete transmitida en cadena nacional para asegurar que los detenidos (dos en Araguas y otros seis en el Estado de Barinas), portaban “credenciales del Ejército colombiano” y al parecer estuvieron “tomando fotos de centrales energéticas”. “No estoy acusando ni al Ejército ni al gobierno colombiano pero tendrán que explicarlo”, puntualizó el mandatario.
Los familiares de los detenidos niegan que éstos fuesen agentes de inteligencia y el presidente Uribe adelantó que su gobierno pedirá explicaciones a Caracas por las detenciones. “Requerimos que se les respeten sus derechos humanos, que las autoridades se los garanticen”, dijo Uribe en declaraciones radiales. El presidente añadió que, de acuerdo con la información que posee, los detenidos, “además de estar trabajando allí (en Venezuela), estaban adelantando actividades de turismo. Entonces presentamos toda nuestra preocupación. Se presentará por la Cancillería ante el gobierno de Venezuela”.
Las detenciones se registraron luego de que Colombia expresara su temor ante lo que llamó “carrera armamentista” de Venezuela.
Las relaciones entre estos dos países entraron en caída libre en julio pasado, cuando el gobierno de Uribe decidió firmar un acuerdo con Estados Unidos para la utilización de las bases militares y la administración de Chávez acusó a Bogotá de estar realizando espionaje en la frontera común de más de 3.5 mil kilómetros donde se llegaron a protagonizar momentos de suma tensión.
El gobierno venezolano anunció las detenciones el martes y, ayer, Chávez aprovechó una reunión de gabinete transmitida en cadena nacional para asegurar que los detenidos (dos en Araguas y otros seis en el Estado de Barinas), portaban “credenciales del Ejército colombiano” y al parecer estuvieron “tomando fotos de centrales energéticas”. “No estoy acusando ni al Ejército ni al gobierno colombiano pero tendrán que explicarlo”, puntualizó el mandatario.
Los familiares de los detenidos niegan que éstos fuesen agentes de inteligencia y el presidente Uribe adelantó que su gobierno pedirá explicaciones a Caracas por las detenciones. “Requerimos que se les respeten sus derechos humanos, que las autoridades se los garanticen”, dijo Uribe en declaraciones radiales. El presidente añadió que, de acuerdo con la información que posee, los detenidos, “además de estar trabajando allí (en Venezuela), estaban adelantando actividades de turismo. Entonces presentamos toda nuestra preocupación. Se presentará por la Cancillería ante el gobierno de Venezuela”.
Las detenciones se registraron luego de que Colombia expresara su temor ante lo que llamó “carrera armamentista” de Venezuela.
Las relaciones entre estos dos países entraron en caída libre en julio pasado, cuando el gobierno de Uribe decidió firmar un acuerdo con Estados Unidos para la utilización de las bases militares y la administración de Chávez acusó a Bogotá de estar realizando espionaje en la frontera común de más de 3.5 mil kilómetros donde se llegaron a protagonizar momentos de suma tensión.
José Vales corresponsal, El Universal, 8 de abril.
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