Héctor Gordoa Márquez, uno de los cuatro periodistas que fueron secuestrados el lunes pasado en La Laguna, fue liberado ayer, informó en su portal de internet El Diario de Juárez.
De acuerdo con dicho periódico, Gordoa Márquez se encontraba, ayer en la tarde, “sano y salvo en las instalaciones de Televisa Torreón”
El secuestro de los cuatro comunicadores se produjo luego de que cubrieron las protestas de reos y familiares de éstos, quienes demandaban la reinstalación de la directora del Centro de Readaptación Social número dos de Gómez Palacio, Durango, Margarita Rojas Rodríguez, acusada de permitir la salida de presos a cometer asesinatos.
Personas cercanas a Gordoa Márquez aseguraron a El Diario, que los otros tres reporteros —hasta el cierre de esta edición aún cautivos—, “se encuentran bien de salud”.
Quienes permanecen retenidos son el camarógrafo de Grupo Milenio, Javier Canales; el de Televisa Torreón, Alejandro Hernández; así como Héctor “N”, reportero del diario local El Vespertino.
Héctor Gordoa Márquez trabaja para el programa de Denise Maerker, Punto de Partida, como reportero.
El secuestro de los periodistas fue dado a conocer por el secretario general de gobierno de Durango, Oliverio Reza, y posteriormente la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó la acción delictiva y demandó respeto para el ejercicio periodístico.
Sobre el tema, la agencia AP aseguró que los secuestradores exigen a los medios de comunicación que transmitan videos de las víctimas, al parecer grabados por un cártel de drogas que acusa a funcionarios de favorecer a narcotraficantes rivales.
Los cárteles a menudo matan, amenazan o golpean a periodistas para intimidarlos, y que dejen de cubrir historias relacionadas con drogas, pero secuestrarlos para obligar a medios a publicar sus mensajes es una táctica nunca antes vista, señala la agencia.
La Sociedad Interamericana de Prensa expresó el jueves su indignación por el secuestro e instó al gobierno mexicano a ayudar a liberarlos.
“Observamos con gran preocupación cómo la violencia sigue expandiéndose en el país, sin que se encuentren herramientas adecuadas para que la prensa pueda hacer su trabajo sin temor a represalias”, dijo Alejandro Aguirre, presidente de la sociedad.
De acuerdo con dicho periódico, Gordoa Márquez se encontraba, ayer en la tarde, “sano y salvo en las instalaciones de Televisa Torreón”
El secuestro de los cuatro comunicadores se produjo luego de que cubrieron las protestas de reos y familiares de éstos, quienes demandaban la reinstalación de la directora del Centro de Readaptación Social número dos de Gómez Palacio, Durango, Margarita Rojas Rodríguez, acusada de permitir la salida de presos a cometer asesinatos.
Personas cercanas a Gordoa Márquez aseguraron a El Diario, que los otros tres reporteros —hasta el cierre de esta edición aún cautivos—, “se encuentran bien de salud”.
Quienes permanecen retenidos son el camarógrafo de Grupo Milenio, Javier Canales; el de Televisa Torreón, Alejandro Hernández; así como Héctor “N”, reportero del diario local El Vespertino.
Héctor Gordoa Márquez trabaja para el programa de Denise Maerker, Punto de Partida, como reportero.
El secuestro de los periodistas fue dado a conocer por el secretario general de gobierno de Durango, Oliverio Reza, y posteriormente la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó la acción delictiva y demandó respeto para el ejercicio periodístico.
Sobre el tema, la agencia AP aseguró que los secuestradores exigen a los medios de comunicación que transmitan videos de las víctimas, al parecer grabados por un cártel de drogas que acusa a funcionarios de favorecer a narcotraficantes rivales.
Los cárteles a menudo matan, amenazan o golpean a periodistas para intimidarlos, y que dejen de cubrir historias relacionadas con drogas, pero secuestrarlos para obligar a medios a publicar sus mensajes es una táctica nunca antes vista, señala la agencia.
La Sociedad Interamericana de Prensa expresó el jueves su indignación por el secuestro e instó al gobierno mexicano a ayudar a liberarlos.
“Observamos con gran preocupación cómo la violencia sigue expandiéndose en el país, sin que se encuentren herramientas adecuadas para que la prensa pueda hacer su trabajo sin temor a represalias”, dijo Alejandro Aguirre, presidente de la sociedad.
La Crónica. 30 de julio.
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