Familiares del militar que lleva más tiempo secuestrado por las FARC, el sargento José Libio Martínez, pidieron ayer a los guerrilleros liberarlo para que pueda asistir a las exequias de su padre José Fidencio, quien falleció la víspera de un cáncer de estómago.
Fanny Martínez, prima de José Libio, informó que su tío será sepultado hoy en el municipio de Ospina (suroeste), en Nariño, donde vivió toda su vida junto a su familia.
La mujer pidió a los captores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tener “piedad de esos padres, de esas esposas, de esos hijos y que pongan en libertad a Libio y a todas las personas que están en cautiverio”.
José Fidencio, campesino de 62 años, esperó por más de doce la liberación de su hijo, hecho rehén en un ataque en diciembre de 1997, mientras cumplía el servicio militar.
En el asalto murieron 22 soldados y otros 18 fueron secuestrados, incluido él y Pablo Emilio Moncayo, puesto en libertad unilateral el pasado 30 de marzo.
El suboficial Martínez tiene un hijo, Johan Steven, que no conoce a su padre por haber nacido pocas semanas después del secuestro. El niño ha realizado frecuentes actividades para pedir la liberación de su padre, entre ellas una caminata entre Ospina y Pasto, de unos 100 km en la que estuvo acompañado por su abuelo, ahora fallecido.
El presidente Juan Manuel Santos prometió ayer hacer “todos los esfuerzos” para rescatar a los rehenes, al lamentar la muerte de José Martínez, en vísperas de su primer viaje al exterior en visita oficial a Brasil para reforzar los lazos comerciales.
“Seguimos esperando que las FARC reflexionen, recuperen el sentido de humanidad y liberen a los secuestrados, para que no sigan produciéndose estas situaciones tan dolorosas y sobre todo tan injustas”, dijo Santos en un acto público.
“Que quede claro: mientras las FARC persistan en el terrorismo, las combatiremos con toda la fuerza y la contundencia que corresponde”, añadió.
En tanto, el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas, envió al Congreso una iniciativa de ley para eliminar la norma 418 que ha permitido al Ejecutivo colombiano crear zonas neutrales o desmilitarizadas (“de distensión”) para eventuales diálogos con grupos armados ilegales de izquierda o derecha.
Esa norma fue la que permitió al ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002) crear la “zona de despeje” del Caguán (sur), para las fallidas pláticas de paz con las FARC. También autorizó al ex presidente Álvaro Uribe (2002-2006; 2006-2010) a fijar la “zona especial” de Santa Fe de Ralito (noroeste), para la desmovilización paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, ultraderecha armada).
En tanto, se anunció en Buenos Aires que líderes políticos de América Latina, entre ellos la senadora colombiana Piedad Córdoba crearon el colectivo Latinoamericanos por la Paz de Colombia, para intentar “humanizar el conflicto”, informó la prensa. El grupo fue conformado en una reunión el domingo en la sede del Partido Comunista argentino, a la que asistieron Córdoba, líder de la organización Colombianas y Colombianos por la Paz, la ex canciller de Honduras Patricia Rodas y Margarita Zapata, dirigente de la fundación mexicana Emiliano Zapata.
Bogotá. Agencias, Milenio, 31 de agosto.
Fanny Martínez, prima de José Libio, informó que su tío será sepultado hoy en el municipio de Ospina (suroeste), en Nariño, donde vivió toda su vida junto a su familia.
La mujer pidió a los captores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tener “piedad de esos padres, de esas esposas, de esos hijos y que pongan en libertad a Libio y a todas las personas que están en cautiverio”.
José Fidencio, campesino de 62 años, esperó por más de doce la liberación de su hijo, hecho rehén en un ataque en diciembre de 1997, mientras cumplía el servicio militar.
En el asalto murieron 22 soldados y otros 18 fueron secuestrados, incluido él y Pablo Emilio Moncayo, puesto en libertad unilateral el pasado 30 de marzo.
El suboficial Martínez tiene un hijo, Johan Steven, que no conoce a su padre por haber nacido pocas semanas después del secuestro. El niño ha realizado frecuentes actividades para pedir la liberación de su padre, entre ellas una caminata entre Ospina y Pasto, de unos 100 km en la que estuvo acompañado por su abuelo, ahora fallecido.
El presidente Juan Manuel Santos prometió ayer hacer “todos los esfuerzos” para rescatar a los rehenes, al lamentar la muerte de José Martínez, en vísperas de su primer viaje al exterior en visita oficial a Brasil para reforzar los lazos comerciales.
“Seguimos esperando que las FARC reflexionen, recuperen el sentido de humanidad y liberen a los secuestrados, para que no sigan produciéndose estas situaciones tan dolorosas y sobre todo tan injustas”, dijo Santos en un acto público.
“Que quede claro: mientras las FARC persistan en el terrorismo, las combatiremos con toda la fuerza y la contundencia que corresponde”, añadió.
En tanto, el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas, envió al Congreso una iniciativa de ley para eliminar la norma 418 que ha permitido al Ejecutivo colombiano crear zonas neutrales o desmilitarizadas (“de distensión”) para eventuales diálogos con grupos armados ilegales de izquierda o derecha.
Esa norma fue la que permitió al ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002) crear la “zona de despeje” del Caguán (sur), para las fallidas pláticas de paz con las FARC. También autorizó al ex presidente Álvaro Uribe (2002-2006; 2006-2010) a fijar la “zona especial” de Santa Fe de Ralito (noroeste), para la desmovilización paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, ultraderecha armada).
En tanto, se anunció en Buenos Aires que líderes políticos de América Latina, entre ellos la senadora colombiana Piedad Córdoba crearon el colectivo Latinoamericanos por la Paz de Colombia, para intentar “humanizar el conflicto”, informó la prensa. El grupo fue conformado en una reunión el domingo en la sede del Partido Comunista argentino, a la que asistieron Córdoba, líder de la organización Colombianas y Colombianos por la Paz, la ex canciller de Honduras Patricia Rodas y Margarita Zapata, dirigente de la fundación mexicana Emiliano Zapata.
Bogotá. Agencias, Milenio, 31 de agosto.
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