Los siete frentes abiertos por los cárteles del narcotráfico que operan en México también son considerados regiones peligrosas por el gobierno estadounidense, por lo que en la quinta alerta de seguridad que emite ese país este año pide a sus ciudadanos extremar precauciones y evitar viajar a estas zonas del territorio nacional, entre las que clasifica a la franja norte como “inestable” en medio de una ola de violencia en la que también hay víctimas de esa nación.
El mensaje de advertencia para México, emitido el viernes y que sustituye la alerta del 16 de julio pasado, indica que “la situación de seguridad plantea riesgos graves para los ciudadanos de Estados Unidos”.
Destaca que desde 2006 los tiroteos entre delincuentes y de éstos con fuerzas de seguridad son cada vez más frecuentes, en Ciudad Juárez, Tijuana, Chihuahua, Nogales, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Reynosa, Matamoros y Monterrey, y que en los últimos meses también se han dado en Nayarit, Jalisco y Colima.
Todas estas regiones fueron identificadas el viernes pasado por el gobierno mexicano como parte de los siete escenarios de la guerra que libran entre sí los cárteles del narcotráfico. Por ello, el gobierno de Estados Unidos advierte en su mensaje que “la situación en el norte de México sigue siendo inestable y se insta a extremar el cuidado cuando se viaja por toda esta región”.
Las condiciones que imperan en Nuevo León, en concreto en Monterrey, así como en Ciudad Juárez, “es de especial preocupación” para las autoridades de ese país. Además de la ola de ejecuciones, “los ciudadanos estadounidenses han sido víctimas de la violencia relacionada con drogas”, por lo que desde el 10 de septiembre próximo los hijos de los diplomáticos estadounidenses deberán salir de la entidad.
Una situación de violencia obligó también a que la agencia consular en Reynosa, Tamaulipas, fuera cerrada temporalmente en febrero pasado; en abril una granada lanzada al consulado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, obligó al cierre de la sede por unos días.
A este escenario se suma el hecho de que entre 2006 y 2009 “el número de asesinatos relacionados con los estupefacientes en el estado de Durango se multiplicó por diez”, y en meses pasados en Gómez Palacio cuatro estadounidenses fueron asesinados.
El reporte además reitera que “en los últimos años, decenas de ciudadanos de Estados Unidos, que viven en México, han sido secuestrados y la mayoría de esos casos siguen sin resolverse”.
También se advierte sobre los riesgos de seguridad en Michoacán “hogar del peligroso cártel de La Familia Michoacana, por lo que se exhorta a los estadounidenses a aplazar los viajes innecesarios a la zona, así como en la parte noroeste del estado de Guerrero,.
La advertencia incluye otras zonas identificadas por el gobierno mexicano como escenario de operaciones de los narcotraficantes, tales como Morelos, que es un destino popular para estudiantes estadounidenses, así como Nayarit, que recientemente ha experimentado incidentes de violencia, al igual que Jalisco y Colima.
El mensaje de advertencia para México, emitido el viernes y que sustituye la alerta del 16 de julio pasado, indica que “la situación de seguridad plantea riesgos graves para los ciudadanos de Estados Unidos”.
Destaca que desde 2006 los tiroteos entre delincuentes y de éstos con fuerzas de seguridad son cada vez más frecuentes, en Ciudad Juárez, Tijuana, Chihuahua, Nogales, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Reynosa, Matamoros y Monterrey, y que en los últimos meses también se han dado en Nayarit, Jalisco y Colima.
Todas estas regiones fueron identificadas el viernes pasado por el gobierno mexicano como parte de los siete escenarios de la guerra que libran entre sí los cárteles del narcotráfico. Por ello, el gobierno de Estados Unidos advierte en su mensaje que “la situación en el norte de México sigue siendo inestable y se insta a extremar el cuidado cuando se viaja por toda esta región”.
Las condiciones que imperan en Nuevo León, en concreto en Monterrey, así como en Ciudad Juárez, “es de especial preocupación” para las autoridades de ese país. Además de la ola de ejecuciones, “los ciudadanos estadounidenses han sido víctimas de la violencia relacionada con drogas”, por lo que desde el 10 de septiembre próximo los hijos de los diplomáticos estadounidenses deberán salir de la entidad.
Una situación de violencia obligó también a que la agencia consular en Reynosa, Tamaulipas, fuera cerrada temporalmente en febrero pasado; en abril una granada lanzada al consulado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, obligó al cierre de la sede por unos días.
A este escenario se suma el hecho de que entre 2006 y 2009 “el número de asesinatos relacionados con los estupefacientes en el estado de Durango se multiplicó por diez”, y en meses pasados en Gómez Palacio cuatro estadounidenses fueron asesinados.
El reporte además reitera que “en los últimos años, decenas de ciudadanos de Estados Unidos, que viven en México, han sido secuestrados y la mayoría de esos casos siguen sin resolverse”.
También se advierte sobre los riesgos de seguridad en Michoacán “hogar del peligroso cártel de La Familia Michoacana, por lo que se exhorta a los estadounidenses a aplazar los viajes innecesarios a la zona, así como en la parte noroeste del estado de Guerrero,.
La advertencia incluye otras zonas identificadas por el gobierno mexicano como escenario de operaciones de los narcotraficantes, tales como Morelos, que es un destino popular para estudiantes estadounidenses, así como Nayarit, que recientemente ha experimentado incidentes de violencia, al igual que Jalisco y Colima.
Silvia Otero, El Universal, 29 de enero.
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