El presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), Eduardo Pérez Motta, justificó la entrega de los títulos de concesión del espectro radioeléctrico a Televisa y Nextel, en la licitación 21, porque es un instrumento que “pone las condiciones más parejas” en el mercado de la telefonía celular.
Al comparecer ante la comisión de comunicaciones de la Cámara de Diputados, el funcionario reconoció que el sector de las telecomunicaciones en México presenta ineficiencias que reducen la competitividad de la economía, y “la telefonía móvil es fiel reflejo de la falta de competencia”. Uno de los elementos fundamentales del problema, y de la solución, “es la tenencia del espectro, insumo esencial y recurso escaso”, sentenció. Dijo que la licitación 21 equilibró “el campo de juego y abre la puerta a mayor competencia”.
Al comentar que la licitación del espectro radioeléctrico para telefonía móvil es parte de una estrategia integral de competencia en telecomunicaciones, Pérez Motta adelantó la propuesta de la CFC para comenzar un proceso para una tercera o cuarta cadena de televisión abierta, que sea competencia para Televisa y Televisión Azteca.
Detalló que la importancia de asignar espectro radioeléctrico para una tercera o cuarta cadena de televisión redunda en generar una red adicional para la telefonía fija, que compita con las cadenas existentes y llegue al sector conocido como última milla (WiMax).
La intención, dijo, es aprovechar la aplicación de todos los servicios (telefonía, imagen y redes) a través de un solo canal.
Respecto a la inversión extranjera, afirmó que existe la urgencia de permitir su entrada en telefonía fija hasta el ciento por ciento, como sucede con la móvil.
Al abundar sobre la licitación 21, Pérez Motta expuso a los diputados que al analizar el artículo 28 constitucional se determinó promover la competencia en el mercado, asegurando la competencia y las opciones para los consumidores al ofrecerles mejores precios y servicios, y más opciones.
Expuso que a CFC definió el límite del espectro para los operadores y determinó quiénes podrían competir y quiénes no en el proceso de licitación: “pusimos límites de 80 megahercios en las tres frecuencias y dimos opinión favorable a todos los aspirantes. Avalamos las bases porque estamos convencidos de que favorecen la competencia en el mercado. La licitación estuvo abierta a todos los participantes, establecidos o entrantes, que quisieran concursar”.
Al comparecer ante la comisión de comunicaciones de la Cámara de Diputados, el funcionario reconoció que el sector de las telecomunicaciones en México presenta ineficiencias que reducen la competitividad de la economía, y “la telefonía móvil es fiel reflejo de la falta de competencia”. Uno de los elementos fundamentales del problema, y de la solución, “es la tenencia del espectro, insumo esencial y recurso escaso”, sentenció. Dijo que la licitación 21 equilibró “el campo de juego y abre la puerta a mayor competencia”.
Al comentar que la licitación del espectro radioeléctrico para telefonía móvil es parte de una estrategia integral de competencia en telecomunicaciones, Pérez Motta adelantó la propuesta de la CFC para comenzar un proceso para una tercera o cuarta cadena de televisión abierta, que sea competencia para Televisa y Televisión Azteca.
Detalló que la importancia de asignar espectro radioeléctrico para una tercera o cuarta cadena de televisión redunda en generar una red adicional para la telefonía fija, que compita con las cadenas existentes y llegue al sector conocido como última milla (WiMax).
La intención, dijo, es aprovechar la aplicación de todos los servicios (telefonía, imagen y redes) a través de un solo canal.
Respecto a la inversión extranjera, afirmó que existe la urgencia de permitir su entrada en telefonía fija hasta el ciento por ciento, como sucede con la móvil.
Al abundar sobre la licitación 21, Pérez Motta expuso a los diputados que al analizar el artículo 28 constitucional se determinó promover la competencia en el mercado, asegurando la competencia y las opciones para los consumidores al ofrecerles mejores precios y servicios, y más opciones.
Expuso que a CFC definió el límite del espectro para los operadores y determinó quiénes podrían competir y quiénes no en el proceso de licitación: “pusimos límites de 80 megahercios en las tres frecuencias y dimos opinión favorable a todos los aspirantes. Avalamos las bases porque estamos convencidos de que favorecen la competencia en el mercado. La licitación estuvo abierta a todos los participantes, establecidos o entrantes, que quisieran concursar”.
Enrique Méndez y Roberto Garduño, la Jornada, 14 de octubre.
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