Mientras que en la mayoría de los países de América Latina los niveles de pobreza e indigencia bajaron a niveles históricos, México y Honduras fueron los únicos países con incrementos relevantes, reveló la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
En la presentación del informe Programa social de América Latina 2011, la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, comentó que el deterioro en las condiciones de vida de algunos mexicanos se derivó de la fuerte caída que registró el producto interno bruto (PIB) en la crisis financiera internacional de 2009.
“La economía de México fue una de las que más cayó en 2009 y eso se reflejó en los demás indicadores”, detalló en videoconferencia.
De acuerdo con la Cepal, México reportó 36.3 por ciento de personas en condiciones de pobreza, mientras que 13.3 por ciento son indigentes.
En ambos casos, los niveles de esas condiciones de vida entre la población mexicana resultaron superiores a los del promedio de América Latina, quien en conjunto tiene a 31.4 por ciento de su población en pobreza y a 12.3 por ciento en la indigencia.
Resaltó que México cuenta hoy con programas exitosos como Oportunidades y se destinan en promedio 980 dólares para las personas en esa condición, pero el país tiene pendientes en la materia.
Entre los desafíos para disminuir los niveles de pobreza están la necesidad de potenciar su productividad, reforzar el mercado interno, mejorar el sistema de protección social y mejorar la calidad del empleo.
La Cepal prevé que al cierre del presente año, la región tenga 174 millones de habitantes en situación de pobreza, es decir, una disminución de 3 millones respecto a los 177 millones registrados en 2010.
“La pobreza y la desigualdad han seguido disminuyendo en la región, lo que es una buena noticia, especialmente en el contexto de crisis económica internacional; sin embargo, estos logros son amenazados por las enormes brechas que presenta la estructura productiva de la región, y por los mercados laborales que generan empleos de baja productividad, sin protección social”, abundó Bárcena.
Reconoció que uno de los factores que ha permitido la disminución en la pobreza es que el gasto público, especialmente el social, registró un aumento significativo en las últimas dos décadas.
No obstante, Alicia Bárcena comentó que hay margen tanto en lo fiscal, como en el gasto público para avanzar en la protección social inclusiva, en pensiones y jubilaciones, así como en transferencias a grupo vulnerables.
En opinión de la secretaría ejecutiva de la Cepal, ante el contexto externo amenazante las autoridades en América Latina tienen que orientarse hacia la inversión para elevar los niveles de productividad.
Por último consideró necesario un pacto fiscal y diálogo social para que en sinergia avancen en el desarrollo y la convergencia productiva, la institucionalidad laboral y la protección social inclusiva.
