Construir un país de leyes, pese a riesgos, propone Calderón


Ayala, Mor., 28 de noviembre. El presidente Felipe Calderón reiteró que su gobierno impulsa más becarios y menos sicarios, tras advertir que su lucha contra la delincuencia se mantendrá, por ser un imperativo legal y ético basado en ideales.
Luego de que la Presidencia anunció que analiza caminos legales para demandar a quienes acusaron a Calderón ante la Corte Penal Internacional, ubicada en La Haya, por crímenes de lesa humanidad, Calderón no aludió abiertamente al tema, pero pidió tener claro y no confundirse, porque los criminales son quienes atentan contra la seguridad de los mexicanos y pretenden tener sus propias fuerzas armadas.
Hizo también una severa crítica a los caudillismos, al declararse partidario de los principios, no de los hombres, pasafraseando el Plan de Ayala, cuyo centenario de promulgación celebró este lunes durante una visita a Morelos.
Más allá de caudillismos o de nombres, lo que hace falta es un fortalecimiento de las ideas y de los principios. Principios es lo que demanda hoy México de sus hijos para defender la libertad y la seguridad de los ciudadanos, buscar la justicia para construir un país de leyes, no obstante los riesgos que implica, declaró.
A un lado de los vestigios de lo que fue el hogar de Emilio Zapata comparó en varias ocasiones su lucha contra la delincuencia con la que emprendió el héroe de la Revolución Mexicana por la tierra. En cinco años de gobierno, aseguró, lo han guiado ideales de legalidad y de justicia, e hizo una férrea defensa de su estrategia contra la criminalidad.
Aquí hay que ser muy claro y no confundirse, a juzgar por las cosas que vemos todos los días, son precisamente las bandas de criminales las que buscan, a través de las amenazas, de la violencia, del terror, violar sistemáticamente la vida, la seguridad, la libertad y los derechos básicos de los mexicanos, indicó.
Son esas bandas, agregó, las que pretenden oprimir social y económicamente a los ciudadanos, coartar sus libertades y sus oportunidades de progreso. Son ellas las que pretenden suplantar la actividad de los gobiernos, tener su propia fuerza armada, cobrar sus propias contribuciones, a través de expoliaciones y extorsiones forzadas a los ciudadanos e imponer su propia ley, indicó.
Ante esa clara amenaza, recordó que el deber constitucional, político, legal y ético de cualquier gobierno democrático es combatir la delincuencia de frente, con la ley en la mano y con la fuerza del Estado, porque así lo juraron ante la Constitución desde el Presidente hasta el más humilde regidor.
Afirmó que las autoridades han seguido el imperativo legal y ético de cumplir con ese mandato sin claudicar, porque está en juego el ideal de una sociedad justa, libre y segura a la que aspiraron mexicanos como Zapata y otros revolucionarios de 1910.
Insistió en que su estrategia tiene también un componente social y por eso impulsa que en México haya cada día más becarios y menos sicarios; que haya oportunidades sociales en el campo y en la ciudad.
Respaldó el debate propuesto por el secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar, para definir si los campesinos que seguían a Zapata querían ser poseedores o de plano propietarios de la tierra. Ese debate, aseveró, puede darse en una sociedad donde se puede opinar con libertad y estar a favor o en contra.
Después inauguró el Museo del Agrarismo en la ex hacienda de Chinameca, donde el gobernador de Morelos, el panista Marco Adame, le reiteró su adhesión y lealtad como jefe de las instituciones nacionales.
Rechazo a críticas de Vallejo
Sin mencionar el nombre del escritor Fernando Vallejo, el dirigente de la Unión General de Obreros y Campesinos de México, José Luis González Aguilera, se quejó de que habló “muy mal de la figura del presidente Calderón.
Este escritor se olvida que los únicos que tenemos derecho a juzgar la obra y el trabajo del presidente Calderón somos los mexicanos, y que Felipe Calderón cuenta con el respaldo de todos los mexicanos, expresó González Aguilera, quien en días pasados mostró respaldo a la candidatura de Ernesto Cordero.
Al recibir el premio FIL Lenguas Romances, Vallejo (nacido en Colombia y nacionalizado mexicano en 2007) afirmó el sábado pasado:Calderón es un hombre indigno del puesto que ocupa; él no puede presidir el destino de 110 millones de personas, porque él no es nadie, no ha hecho nada por México, es un vivo de la política.
Claudia Herera Beltrán, La Jornada, 29 de noviembre.

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