Los nuevos amorosos alcanzan tregua de 7 meses

Andrés Manuel López Obrador y los dirigentes de Nueva Izquierda, entre ellos el presidente del PRD, Jesús Zambrano, pactaron una tregua de al menos los siete meses que durará el proceso electoral del 2012, donde el tabasqueño se perfila como el abanderado presidencial, por lo cual acordaron una reconciliación donde aseguraron que dejarán atrás sus marcadas diferencias, incluidas aquellas donde el tabasqueño ha acusado  a la dirigencia del sol azteca de traidores, pactar con “la mafia” y con el PAN.

López Obrador dijo iniciar una nueva etapa de “amor y paz” con el  perredismo que no comulga con sus métodos o ideas, pues reconoció que de esa unidad va depender en mucho el que se logre o no un verdadero cambio para el país.

“Vamos a estar juntos en todo el proceso, en los siete meses, juntos todos porque así lo ameritan las circunstancias”, aseguró López Obrador.

Por primera vez, desde octubre cuando Jesús Ortega en su calidad de coordinador del FAP renuncia a este frente que integraban PRD, PT y entonces Convergencia, y desde que Jesús Zambrano fue electo en marzo pasado  como dirigente nacional del sol azteca, los chuchos se reunieron públicamente con López Obrador, quien dejó de lado las acusaciones que lanzó durante más de tres años contra la presidencia que encabezaron y encabezan ambos personajes.

Jesús Ortega, quien también asistió al cónclave de la  “reconciliación”, reconoció que simpatizaba con Marcelo Ebrard para candidato presidencial, pero ahora que el tabasqueño ganó las encuestas se sumará  a su proyecto “en el límite de sus esfuerzos”.

“Andrés Manuel es el candidato del PRD y también es mi candidato y lo apoyaré en la medida de mis posibilidades y en el límite de esfuerzos”, sostuvo Ortega.

Durante más de una hora se reunieron, en un hotel de la Alameda, López Obrador, Jesús Ortega, el dirigente nacional del PRD,  Jesús Zambrano,  el jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, Alejandro Encinas y Dolores Padierna.

SIN HIPOCRESÍAS. López Obrador  aseguró que no acostumbra “la simulación o la hipocresía”, pero reconoció que el país se encuentra en una circunstancia difícil, por lo cual la izquierda requiere unirse por encima de sus diferencias y sumar voluntades para aspirar al triunfo en el 2012.

“Por eso la unidad de todos. No acostumbramos la simulación, no es nuestra doctrina la hipocresía, hablamos con apego a lo que sentimos”, recalcó.

Para transformar al país, dijo, era indispensable la unidad.

Por su parte, Marcelo Ebrard aseguró que la reconciliación entre chuchos y AMLO no fue a cambio de nada, y reiteró que no se convertirá en el coordinador de campaña de López Obrador. “Seguiré en el gobierno capitalino hasta el final”, dijo.

En tanto, el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, dijo que se realiza un gran esfuerzo para dejar atrás los agravios que iniciaron de 2008 a la fecha y se comprometió a abrir una nueva etapa de acuerdos y propuestas de cara a la elección del 2012.

“Estamos dejando atrás la historia de la división, de rupturas y confrontaciones”, añadió al tiempo de señalar: “la gente nos va a premiar con una buena candidatura, con una buena propuesta, vamos a hacerlo juntos”, indicó.

REGISTRO. Andrés Manuel López Obrador anunció que el próximo 9 de diciembre se registrará ante el PRD, PT y Movimiento Ciudadano como precandidato presidencial por la coalición Movimiento Progresista y  desestimó la fuerza electoral del precandidato del PRI, Enrique peña Nieto, al considerar que “es un candidato inflado por los medios”.

Detalló que ese día acudirá a cada sede de los partidos de izquierda para presentar su registro; por la mañana lo hará en el de la Revolución Democrática (PRD), al mediodía en el del Trabajo (PT) y por la tarde en Movimiento Ciudadano, antes Convergencia.

El tabasqueño aseguró que aunque Cuauhtémoc Cárdenas no asistió a la reunión de la reconciliación con los chuchos, sí  tiene acercamientos con el ingeniero e incluso cuenta con su apoyo.


Alejandro Páez, La Crónica, 30 de noviembre.