Anuncia Hugo Chávez que le extirparán un tumor de “apenas dos centímetros” en el área pélvica

Después de varios días de fuertes rumores espoleadas por la repentina “desaparición” de Hugo Chávez el fin de semana, con cancelación incluida de su programa dominical “Aló Presidente”, el presidente de Venezuela reapareció para confirmar lo que muchos ya sospechaban, que sus problemas de salud a raíz del cáncer que le detectaron el año pasado no han acabado.

Ayer, a menos de ocho meses de las elecciones presidenciales en las que buscará su tercera reelección, anunció que será sometido, otra vez en Cuba, a una nueva operación al detectársele “una lesión” de dos centímetros donde se le extrajo un tumor canceroso.

“Algunos se alegran”. “Lamento informarle al pueblo venezolano, y lo lamento mucho porque yo sé que, así como algunos se alegran, la mayoría sufrirá por esto. Yo pido perdón. Para nada quiero hacer sufrir a mi pueblo, pero es verdad” que se le detectó en Cuba un aparente nuevo tumor, que prefirió llamar “lesión”.

Sobre la operación se limitó a decir que sólo así “se verá” si el nuevo hallazgo “es maligno o no lo es”. “En función de eso seguiré informándole al país, como siempre, la verdad”, declaró, aunque el mandatario venezolano nunca dijo qué tipo de tumor le fue extirpado.

Luego de señalar que hoy ofrecerá más detalles, Chávez descartó los rumores de que el cáncer se le habría extendido al hígado y que le quedaban pocos meses de vida.

“Desmiento que tenga metástasis, que ya me estoy muriendo”, agregó al revelar el asunto cuando concluía una alocución televisada de casi dos horas desde una fábrica de vehículos pesados en su natal estado de Barinas (oeste), a la que dijo que llegó directamente desde La Habana, adonde viajó el sábado de urgencia y sin haberlo anunciado.

La revolución seguirá. “Con la ayuda de la virgen, de los santos de la sabana y con estas ganas de vivir que yo tengo para ustedes, saldremos adelante”, agregó Chávez con voz serena, aunque luego, de manera implícita, reconoció la gravedad de su estado, al señalar que “independientemente de mi destino final, esta revolución ya tiene su impulso dado y nadie podrá detenerla”.


La Crónica, 22 de febrero.