Nadie puede cantar victoria.- Paredes

Para Beatriz Paredes, precandidata del PRI al Gobierno del DF, nadie puede anticipar un triunfo en la Ciudad de México.

"La encuesta más importante se llevará a cabo el 1 de julio y ahí se verá quién es el ganador", acotó ayer luego de tomar protesta a la nueva dirigencia del Instituto Político Nacional de Administración Pública de su partido.

En su intervención, la priista aseguró que el ejercicio de gobierno se ha partidizado e incluso acusó corrupción en la administración pública.

"Fíjense qué paradójico, de lo que acusaban al PRI es de lo que más adolecen.

"La eficacia en el gobernar es un asunto de administración pública, pero también de ética. Si no han sido capaces de gobernar, que no sigan aspirando a ello, ya que demostraron que no saben hacerlo", arengó sin hacer menciones especificas sobre algún gobernante.

Entre otras cosas, dijo, se improvisa y se ha pretendido partidizar el ejercicio de funciones especializadas del estado.

"No han tenido la capacidad de un ejercicio neutral por encima de pasiones partidarias.

"Eso es tan evidente que incluso se rompe la neutralidad en la reinterpretación de las encuestas políticas, volviéndose un estadístico de dudosa eficacia, quien es el titular de las funciones más elevadas del estado", acotó en clara alusión al Presidente Felipe Calderón.

Un servicio civil de carrera y buena administración pública, agregó, permite saber a cualquier sociedad si los programas de gobierno están por encima de intereses facciosos o partidistas y si tienen la perspectiva del estado y eficacia.

"La gente necesita que se gobierne bien, que se ejerzan a tiempo a los presupuestos, que los recursos públicos se administren con limpieza y transparencia, que se erradique la corrupción.

"Que haya capacidad de tener propósitos y metas y que el aparto institucional camine para cumplir", aseveró durante el evento en el CEN del tricolor.

Comentó que incluso los ciudadanos no sabe qué sucede con sus impuestos y cuando se revisa la cuenta pública hay grandes huecos.

"La gente observa con asombro cómo las obras empiezan y nunca terminan, cómo se hacen puentes que no terminan en ningún sitio o como las carreteras que se inauguran se deterioran en tres meses", describió.


Manuel Durán, Reforma, 25 de febrero.