'No soy la Gaviota, pero sí voto'

APIZACO.- Enrique Peña Nieto, precandidato presidencial del PRI, sigue cosechando la simpatía femenina.

Ayer, desde la parte más alta de la Plaza de Toros Rodolfo Rodríguez, "El Pana", una joven de la capital tlaxcalteca sostenía una pancarta en la que pedía: "Kiero un hijo Peña".

Y no iba sola. Llegó acompañada de otras admiradoras del mexiquense que también buscaban llamar su atención.

"No soy 'La Gaviota', pero sí voto", "Soy amiga de 'La Gaviota' y de Peña también", se leía en las cartulinas.

Al otro lado de las tribunas, con pancartas que parecían elaboradas en serie -con el mismo tipo de letra-, un grupo de mujeres retomó las porras que Peña Nieto ha escuchado desde 2005, cuando buscaba la gubernatura del Estado de México: "Enrique, bombón, te quiero en mi colchón".

Pero no todas las priistas se "entregaban" de lleno al político mexiquense.

Algunas protagonizaron una rechifla por la impuntualidad del candidato, quien arribó al lugar con 45 minutos de retraso.

A pesar de los esfuerzos del maestro de ceremonias, las mujeres protestaban luego de permanecer varias horas bajo el sol que incluso hizo mella en el priista, quien se vio obligado a usar un sombrero que le regalaron de última hora.

Otras de las presentes, también con pancartas, no lanzaban piropos al abanderado, sino que le hacían saber su inconformidad por la reforma constitucional en materia religiosa, que fue aprobada por la mayoría tricolor en la Cámara de Diputados, en diciembre pasado, y que permite la realización de actos de culto en espacios públicos.

"No a la reforma al artículo 24", decían las leyendas, similares a las que han aparecido en otros eventos públicos de Peña Nieto, en ciudades como Puebla y Guadalajara.

Algunas priistas de plano se cansaron y abandonaron el recinto taurino cuando el aspirante apenas había tomado la protesta de la estructura territorial del PRI e iba a la mitad de su discurso.

Al final, para compensar a las que sí se quedaron, Peña Nieto dio la "vuelta al ruedo", pero lo hizo trepado en la delgada barda que separaba las tribunas del callejón, por lo que estuvo en riesgo de caer en varias ocasiones.

En el presidium, el priista también fue acompañado por mujeres.

Ahí estuvieron la secretaria general del PRI, Cristina Díaz, y la ex presidenta del partido, Beatriz Paredes, a quien de plano ungió como candidata tricolor al Gobierno del DF, pese a que el proceso interno para seleccionar al abanderado está en marcha.

"En esta ocasión quiero de manera muy particular agradecer la presencia de quien hoy me acompaña en este encuentro con los tlaxcaltecas, quien es originaria de esta tierra, quien ha tenido el alto honor de servir como su Gobernadora.

"Y a quien ha contribuido de manera importante y significativa a que en nuestro partido se mantenga la unidad y la cohesión en su interior: a mi muy querida amiga Beatriz Paredes Rangel, quien será nuestra abanderada y próxima Jefa del Gobierno del Distrito Federal", dijo el precandidato tricolor.


Claudia Guerrero enviada, Reforma, 1º de febrero.

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