A unas horas de que se inicie la veda electoral y le prohíban promover acciones de gobierno e inaugurar obras públicas, el presidente Felipe Calderón hizo un balance de las actividades realizadas en los cinco años cuatro meses que van de su administración, en el que aseguró que ahora México está mejor que hace seis años, “he actuado conforme a lo que el deber me indicó”.
Durante el acto denominado “Un Gobierno Democrático que Rinde Cuentas”, Calderón dedicó poco más de 20 minutos para defender su estrategia de seguridad, “una lucha larga” que aplicó su administración ante la infiltración del crimen organizado dentro de las instituciones.
“Si el gobierno federal no hubiera intervenido, sino hubiéramos empezado, a tiempo, quizá una parte del territorio nacional estaría dominada por capos… la próxima presidenta o el próximo presidente se hubiera encontrado que aunque quisiera enfrentar a los criminales, quizá ya el próximo sexenio hubiera sido demasiado tarde para México”, manifestó.
Y agregó: “Quien quiera que me suceda en el gobierno, se habría encontrado con instituciones completamente infiltradas por los delincuentes, con una sociedad arrodillada frente a los criminales”.
En el Auditorio Nacional, donde entre los 10 mil invitados se encontraban su esposa, Margarita Zavala, sus hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo; así como su mamá y hermanos; secretarios, gobernadores y burócratas, el jefe del Ejecutivo dijo que en uso de la libertad de expresión los candidatos podrán criticar al gobierno, pero él no lo podrá hacer.
“En dos días dará inicio el periodo de campañas electorales rumbo a los comicios del 1 de julio. A partir de esto, todos los gobierno deberán dejar de difundir sus programas, obras, logros o acciones, debemos dejar de hacer propaganda gubernamental como lo señala la ley”, comentó.
Calderón admitió que aún falta mucho por hacer, pero también se ha realizado el mayor esfuerzo que se haya visto en México.
Asimismo, mencionó: “lo que sí puedo asegurarles es que he actuado conforme a lo que el deber me indicó, pensando siempre e invariablemente en el bien de México y el futuro de los mexicanos que vendrán después de nosotros”.
“Lo que he aprendido aquí es que servir a México, servir a la patria, particularmente en momentos de desafío y de prueba, como los que han tocado vivir, más que una carga ha sido un privilegio y un honor que no tendré jamás forma de pagarlo”, mencionó.
Al agradecer el apoyo de todos los servidores públicos y durante en mensaje que pareció una despedida, el mandatario les pidió seguir laborando intensamente hasta la última hora de este gobierno que concluye el 30 de noviembre próximo.
Resaltó que además de la evaluación de estudiantes se modificó la Carrera Magisterial y que ahora se concurso pot las plazas de docentes que se heredaban, vendían o daban por favoritismo, “salvo en dos estados (Oaxaca y Michoacán) que estan dominados por el radicalismo y la intransigencia sindical”.
Al concluir su mensaje el mandatario fue ovacionado de pie, se acercó a su familia, abrazó a sus hijos y salió entre la porra de “¡Felipe, Felipe!”.
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