La fracción del PAN en la Cámara de Diputados rehuyó nuevamente el debate sobre la injerencia del presidente Felipe Calderón en el proceso electoral y por segunda ocasión en menos de dos semanas reventó la sesión, sin dar a sus adversarios la oportunidad de llevar el tema a la tribuna parlamentaria.
Desde sus curules, los legisladores priistas reclamaban abrir la discusión, sobre todo porque el mandatario ofreció al dirigente nacional del tricolor, Pedro Joaquín Coldwell, abstenerse de cualquier intromisión en la contienda política.
—¿El presidente chamaqueó entonces a Pedro Joaquín Coldwell? —interrogaron los reporteros al coordinador priista, Francisco Rojas.
—No sé qué le hizo, pero el caso es que esa promesa de que no iba a intervenir, que iba a respetar, ya la rompió —respondió.
El sonorense Miguel Ernesto Pompa expresó abiertamente la irritación de los diputados del PRI y hasta acusó al vicecoordinador panista Carlos Alberto Pérez Cuevas de “falta de hombría”, por enviar a las legisladoras Augusta Valentina Díaz de Rivera y Dora Evelyn Trigueras, entre otras, a responder a las críticas de la mayoría tricolor.
“Los (diputados) de Acción Nacional se escudaron en sus mujeres, precisamente para que fueran ellas quienes elevaran la voz. Se vio cómo el licenciado Pérez Cuevas, ante una falta de hombría, escudándose incluso en quienes acostumbran hacer de la ofensa su argumento, cómo están de nueva cuenta hoy rompiendo de esta manera el quórum, evadiendo con ello un debate”, arengó.
En respuesta inmediata, la legisladora panista Kenia López deploró la “expresión misógina” de Pompa y lanzó enseguida uno de los petardos verbales que más hondo han calado entre los legisladores del tricolor durante las últimas semanas.
“Me parece lamentable y les voy a decir por qué: porque no es posible que le tengan miedo a una futura presidenta de México (…). Qué lamentable que le tengan tanto miedo a una mujer, porque una mujer va a ser quien va a presidir este país y seguramente ustedes lo que hoy están demostrando es, simple y sencillamente, a quién le tienen miedo”.
Priistas y panistas habían roto así la civilidad de la semana pasada, cuando unos y otros evadieron el debate sobre la injerencia electoral de Calderón, justamente después de la charla con Joaquín Coldwell en la residencia oficial de Los Pinos.
El perredista Alejandro Encinas reprochó entonces al PRI su exigencia de debate, cuando fueron los diputados de ese partido quienes dejaron pasar la oportunidad hace unos días.
Priistas y ecologistas abrieron fuego contra Calderón desde los primeros minutos de la sesión y lo acusaron de reincidir en el uso político de programas como el de apoyo a los ex braceros y el de microcréditos para la compra de computadoras.
En representación de los diputados del PRI, la nayarita María Hilaria Domínguez repudió la intentona del Presidente de “apropiarse” del programa de apoyo a los braceros que se negoció en la Cámara de Diputados, pese a la resistencia inicial del PAN.
“¡Acuérdese que en esta tribuna yo propuse y vinieron mis compañeros diputados de PRD y PT, junto con el PRI, a demandar 4 mil millones de pesos, y los que se opusieron fueron ustedes, rajones, no quisieron, vinieron a protestar, panuchos, que porque les quitábamos los 4 mil millones de la alimentación y ahora resulta que son los que llevan el estandarte de los hermanos ex braceros!”, reventó.
El vicecoordinador priista Carlos Flores Rico y el ecologista Juan Gerardo Flores denunciaron, además, el probable uso político electoral del programa anunciado ayer por el Ejecutivo para financiar la compra de computadoras en beneficio de miles de familias.
Al final, la oposición se quedó una vez más con las ganas de llevar a la tribuna sus cuestionamientos al Ejecutivo, mientras que el PAN consiguió aplazar nuevamente la discusión, con el riesgo de que el secretario de la Función Pública, Rafael Morgan, pague hoy los platos rotos, al comparecer ante el pleno cameral.
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