Libra equipo una nueva pifia

Dos motocicletas y un poco de suerte evitaron que Josefina Vázquez Mota llegara tarde ayer a su registro como candidata presidencial ante el Instituto Federal Electoral.

El PAN escogió como horario de registro ante el IFE un sábado de puente y quincena, al mediodía, sin prever que el éxodo de vacacionistas, la ubicación del instituto -justo en la salida a Cuernavaca- y las obras del segundo piso de Periférico convertirían en misión casi imposible llegar puntual a la cita.

Vázquez Mota asistió temprano a un evento con las juventudes del PAN en la sede partidista de la Colonia del Valle, y en punto de las 10:30 horas abordó, junto con su equipo de campaña y algunos invitados, un autobús blanco de pasajeros que la llevaría al IFE.

Una hora y media después el autobús estaba varado en Periférico a la altura de Picacho. A bordo, Luis H. Álvarez, Javier Lozano, Beatriz Zavala, Juan Molinar, Agustín Torres y otros panistas se miraban unos a otros con angustia.

Roberto Gil, coordinador de la campaña, se tronaba los dedos, y la candidata miraba con ansiedad la fila interminable de coches.

A las 11:45 horas, mientras en el IFE ya la esperaban los nueve consejeros electorales; su esposo, Sergio Ocampo; el dirigente panista Gustavo Madero y algunos invitados, Vázquez Mota decidió bajarse del autobús y continuar en motocicleta.

Con un vestido blanco y zapatos de tacón, la panista subió como pudo a la moto del patrullero Oscar Jiménez Espejel, miembro de un cuerpo de escoltas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal que trabaja en coordinación con el Estado Mayor Presidencial para servir de avanzada en los traslados de la candidata.

La solución planteaba un problema para su equipo: que Vázquez Mota llegara al IFE en una moto del GDF y sin casco, además de recorrer cerca de 10 kilómetros sin escolta.

Cuando ella ya se había arrancado, el capitán del Estado Mayor encargado de su seguridad paró a un motociclista que iba pasando y le pidió aventón; alcanzó a Vázquez Mota pasando el entronque de Insurgentes. La candidata bajó de la motopatrulla y subió con el espontáneo, que por suerte traía dos cascos.

A las 12:10, la panista entró al estacionamiento del IFE montada en la motocicleta de Aarón Fuentes, quien dijo que iba de paseo a Cuernavaca y decidió ayudar cuando vio la angustia del equipo.

 
 
Familiares, panistas y utilería
 
Al registro llegaron desde el veterano Luis H. Álvarez y su esposa Blanca Magrassi, hasta la indígena mazahua Marcelina Castillo, ajonjolí de todos los moles o, mejor dicho, de toda aquella concentración panista que requiera un poco de sabor autóctono.

La actriz Laura Zapata; el candidato a gobernador de Tabasco, Gerardo Priego; la panista yucateca recién expulsada, Ana Rosa Payán; la senadora Beatriz Zavala; el futbolista Carlos Hermosillo; el actor Erick del Castillo, representantes de la burocracia del partido y el "war room" josefinista completaban el grupo.

Vázquez Mota cerró así una semana que empezó con la fallida toma de protesta en el Estadio Azul y pasó por la pifia de la Ibero en el ITAM, el recuerdo de su tesina sobre la UNAM y su paseo en helicóptero al Tec de Monterrey.

Casi pierde un zapato en la moto, según confesó ella misma saliendo de la oficina de Leonardo Valdés, pero al final su equipo y ella se fueron satisfechos y hasta riendo por haber salido bien librados.


Ernesto Núñez, Reforma, 18 de marzo.

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