El número tres en su franela amarilla y negro lo acompaña en su carrera como pelotero, pero también en la política. Batea, desde hace cuatro años, arriba de 300 y lo presume. Su equipo Amigos ganó el juego amistoso 2 a 1 a Azcapotzalco, porque en la séptima entrada una base por bola regalada a Andrés Manuel López Obrador impulsó la carrera que dio la victoria a su equipo.
“Nos va a ir bien, ya no voy a decir más, porque nos van a cepillar”, pero no hablaba del juego en el que su equipo se impuso, sino en la carrera por la Presidencia, esa que recorre por segunda vez.
El precandidato presidencial cambió ayer el templete por el diamante donde fue bateador, y aunque acostumbra jugar dos veces por semana, esta vez se sintió presionado. “No me presionen, no me vayan a ponchar”, dijo a los medios de comunicación.
Las cámaras a las que permitió el acceso, por segunda vez en los ocho años que lleva jugando en la liga de veteranos de la Alianza de Tranviarios, se dieron vuelo con un Andrés Manuel enfundado en su franela, lentes de sol y gorra de beisbolista. Pero eso mermó por un momento su calidad de juego, esa que todos presumen, incluso él.
En su primer turno al bat dio rola al parador en corto y aunque iba encarrerado, no alcanzó a llegar a primera base y lo sacaron.
Su equipo de veteranos juega solo a siete entradas. Los jugadores superan los 50 años; están cansados para cumplir con las nueve entradas reglamentarias; al final. el de ayer fue solo un partido amistoso que duró dos horas y media.
En la liga presume haber ganado las últimas tres temporadas, aunque la pasada, el equipo del Metro, que encabeza otro fanático del beisbol, Francisco Bojórquez, se impuso al de los Amigos de López Obrador.
Entre entrada y entrada, el tabasqueño presume a su entrenador, Alfredo El Zurdo Ortiz, máximo ganador de juegos de la liga mexicana de beisbol. También es su compañero de juego cada semana en el deportivo de los tranviarios. Con ellos comparten deporte y entretenimiento. El veterano Narciso Thompson, de los Dorados de Chihuahua, el seleccionado cubano Armando Pared, como parador en corto y Carlos Buenrostro, vicepresidente de la Confederación Deportiva Mexicana, pero ayer fue su rival. Jugó en el equipo contrario. El pitcher del equipo es Martín Buitemea
En las gradas, Andrés Manuel tenía porra. Daniel Fernández, Jesús Chito Ríos y la velocista Ana Gabriela Guevara. Ahora ambos incursionan en la política y son candidatos a propuesta del precandidato presidencial. Los llena de elogios, uno es la gloria del beisbol y ella, la gloria del atletismo mexicano. El precandidato presidencial resta importancia al proceso judicial contra la ex velocista por evasión de impuestos.
El campo de juego de beisbol es para el precandidato presidencial el lugar perfecto para relajarse. Jugar es su pasión después de la política y de su familia. Por eso, cuando batea, ve en la bola la cara de algún adversario político y pega con más fuerza. Ayer, quizá no fue la excepción, cuando desde el público sus seguidores le gritaban que bateara una bola copeteada.
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