Tan cerca y tan lejos en un búnker de Reforma


Acudieron a tiempo, en la dinámica y bajo las reglas que fijó la embajada estadunidense. Tres candidatos presidenciales llegaron a la cita con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, para exponer sus propuestas sobre la relación entre México y el vecino del norte que marcó el paso.
Casi como uniforme y contrario a las costumbres de cada candidato, coincidieron vestidos casi en su totalidad de negro, incluida la corbata oscura. El operativo para la visita de cada uno de los aspirantes fue calculado con precisión de relojero.
A pesar de que los salones estaban contiguos, los candidatos nunca se cruzaron. Hicieron antesala, cada uno fue recibido por el ministro consejero de la embajada de EU, Michael Glover, y después tuvieron audiencia en un salón aparte con el segundo hombre de la nación más poderosa del mundo.
El primero en llegar fue Andrés Manuel López Obrador, cinco minutos antes de la cita. En una comitiva austera, sin automóviles de resguardo y un auto sedan, de los pocos que se libraron de la revisión antibombas que hacía el Estado Mayor Presidencial a todo aquel que pretendía ingresar al hotel sitiado por personal del Servicio Secreto estadunidense, del EMP y de autoridades locales y federales.
Al tabasqueño lo flanquearon Héctor Vasconcelos, secretario de Relaciones Internacionales de Morena, y Jorge Eduardo Navarrete, la propuesta de AMLO para la Secretaría de Relaciones Exteriores, de llegar a la Presidencia.
El intérprete ayudó al desarrollo de la conversación de Biden con el perredista, quien celebró la promesa de neutralidad en el proceso y de respetar el resultado.
Aún sin la salida de Andrés Manuel, arribó Enrique Peña. La misma sala ocupada por Glover sirvió de pretexto para evitar el encuentro entre ambos, el cual nunca ha sucedido.
En su batería de colaboradores, además de Luis Videgaray estaban Jorge Montaño, de Asuntos Internacionales del PRI, y Emilio Lozoya, su homólogo en la campaña. Fue el único que llevó a su lider de partido.
Sin traducción simultánea, Peña Nieto se esmeró en asegurar que seguirá con la lucha contra el crimen organizado, a pesar de especulaciones.
La última, por el orden alfabético que se fijó, fue Josefina Vázquez Mota. Arribó con la comitiva más numerosa, dos camionetas no fueron suficientes para todos los colaboradores de la panista. Roberto Gil, virtual coordinador de campaña, Daniel Hernández, Juan Marcos Gutiérrez, Miguel Székely y Carlos Medina Plascencia, quien discutió con los guardias para poder entrar.
El encuentro fue interrumpido dos veces por el Servicio Secreto. Biden estaba sobre tiempo y la agenda se complicaba.
La panista aprovechó que fue la última para intercambiar los pines con la bandera de ambos paises.
Miriam Castillo y Liliana Sosa, Milenio, 6 de marzo.

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