Colombia: balea ejército a nativo


TORIBÍO (AP).— El ejército mató ayer a tiros a un indígena, y los indígenas, a su vez, mantuvieron retenidos por horas a unos 30 militares, al intensificarse las refriegas entre los militares y los nativos que exigen a la fuerza pública y a la guerrilla abandonar sus territorios, informaron las autoridades.
El campesino, identificado como Luis Fabián Queitia, fue muerto de un balazo al desatender una orden del ejército de detenerse en un retén en el municipio de Caldono, departamento de Cauca, al sureste de Bogotá, dijo el secretario de gobierno local, Carlos Pascué.
En represalia, decenas de indígenas retuvieron a unos 30 militares, precisó el funcionario, pero unas 10 horas después los entregaron a las autoridades. En un comunicado, el ejército lamentó la muerte del indígena y dijo que el caso ya está en manos de la fiscalía.
En el corregimiento de Huasanó, municipio de Caloto, también en Cauca, los indígenas instaron a los militares a que abandonaran sus territorios. Hubo disturbios, pero según un fotógrafo de AP que está en la zona, la situación no pasó a mayores.
También ayer la policía dijo haber retomado el control de un remoto cerro del Cauca donde el martes decenas de indígenas agredieron a un grupo de soldados. El general Jorge Nieto, comandante regional 4 de la policía, aseguró que para recuperar la posición que tenía el ejército un grupo de policías “ingresó (al cerro) en horas de la noche y a la madrugada retomó este lugar utilizando los medios que nos autoriza la ley”.
En entrevista con Caracol Radio advirtió que en la retoma del cerro Berlín pudo haber habido algunos heridos, “aunque eso se está verificando” y destacó que “hay normalidad” en la montaña pese a la presencia indígena.
El martes los indígenas arrastraron por el suelo a seis soldados y los obligaron a abandonar el cerro Berlín —en el municipio de Toribío, también en el departamento de Cauca. Los militares no reaccionaron ante la agresión.
Desde la semana pasada, los indígenas reclaman al ejército y a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que abandonen sus territorios porque, dicen, están cansados de los constantes enfrentamientos entre ambos bandos.
El gobierno ha dicho que no abandonará Cauca. La oficina de la ONU en Colombia rechazó en un comunicado las agresiones de todos los bandos y dijo que “está trabajando tanto con los indígenas como con representantes del gobierno para facilitar diálogos en esta región del país”.
El presidente Juan Manuel Santos dio la orden ayer de que los nativos sean desalojados de las bases militares. “No quiero ver un solo indígena en las bases militares. Esa es la orden desde anoche (martes)”, escribió en Twitter. Agregó que el ministro del Interior, Federico Renjifo, “está autorizado” para dialogar “con indígenas cuando cesen agresiones”.
Una comisión de la fiscalía viajó a Cauca para establecer los eventuales delitos en que pudieron haber incurrido los indígenas que agredieron a los soldados. La fiscalía también busca establecer si las protestas indígenas han sido infiltradas por guerrilleros de las FARC, como lo ha sugerido el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
EL Universal, 19 de julio.

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