La soledad del Zócalo

El templete se quedó vacío, oscuro, frío. Andrés Manuel López Obrador nunca llegó, y si lo hubiera hecho, nadie hubiera estado ahí para escucharlo.

Bastión de la izquierda, escenario de multitudinarias concentraciones, el Zócalo capitalino ayer no fue ni la sombra de aquellas tardes que estremecieron su alma de cantera y arrancaron el eco a sus históricas construcciones.

Sobre la explanada de concreto quedaron, desbaratadas por el aguacero de medio día, pancartas y veladoras, simpatías y esperanzas de que el candidato del Movimiento Progresista ganara la Presidencia de México.

"Te necesitamos, voto útil", reza un cartel fosforescente pisoteado. "IFE si hay fraude serás culpable de una revolución", sentencia otro.

Pero sobre la legendaria Plaza de la Constitución nunca se respiró la victoria.

Eran las cinco de la tarde cuando empleados de una empresa de eventos terminaban de montar el escenario con megapantallas a los costados que tapaban parte de la fachada del Palacio Nacional.

A una hora del cierre de casillas había más chiquillos persiguiendo burbujas de jabón y volando papalotes que simpatizantes de López Obrador, esperando festejar la victoria en su segundo intento.

Entre los pocos ya corrían rumores de que las propias encuestas del comité de campaña ponían al abanderado de las izquierdas 10 puntos abajo del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.

La versión era que, con resultados a favor o en contra, iría al Zócalo a dar su mensaje.

"Ya van a salir con el fraude, no nos vamos a dejar, nos vamos a defender", dice Raúl Peña Murillo, de 62 años y testigo de los cinco intentos de la izquierda por ganar la Presidencia desde 1988.

"Hace 6 años, de repente, a las 11 de la noche apagaron las pantallas donde se veía la computadora. Dijeron que ganó Calderón, todos no fuimos. Hoy no va a pasar lo mismo", dice Raúl.

En punto de las ocho de la noche, los primeros resultados de las encuestas de salida eran lanzados al aire por los medios de comunicación, pero en las pantallas del templete se reproducían imágenes de patos y en las bocinas es escuchaba una canción de Reyli.

Un solitario portando una bandera del PRD lanza cinco cohetones. El último tronó cuando un contingente de 50 personas, entre los que dicen estar integrantes del movimiento #YoSoy132, irrumpen en la plaza.

"Si hay imposición habrá revolución", gritan y extienden al frente una larga manta en la que se lee: "Contra el fraude huelga".

"Vamos a tomar el templete compañeros", dice uno de los jóvenes.

De inmediato el resto acata la sugerencia entre intentos infructuosos de los empleados de la productora por impedirlo.

Exigen la presencia de un representante de Morena y que en las pantallas aparezca información del proceso.

"No venimos a ver Discovery Channel", reclama el que sugirió la toma del templete.

"¡Fuera Peña!", "¡Fuera Peña!", gritan. y logran atraer a unos cuantos.

Las palabras se les agotan y deciden bajar y dar vueltas a la plaza cantando consignas. Algunos más se les unen, tal vez llegarían a ser 200.

"Peeeeeeñaaaa", grita uno.

"Culeeeeeeeeero", responden todos.

Sobre el templete un joven que inhala algo de una botella de pet divierte a unos cuantos.

"El día de hoy vaya votar, los invito a votar, no importa el partido", exclama el espontáneo.

"Ya bájate Montiel", le gritan unos. "¡Pre-si-den-te", "Pre-si-den-te", se burlan otros.

"Aún no compañeros. Si ustedes un día depositan su voto, yo puedo ser su Presidente electo", dice el joven. Ese sería el único discurso de la noche sobre el templete.

Son las 22:20 horas cuando el contingente que da la vuelta a la plaza cambia la ruta y desaparece por la Calle de Madero.

"Uh, ¡ya se fueron!", dice una mujer.

"No, pos ya no vino. Vámonos ya, mañana es San lunes".

Hace frío, los pocos que quedan se empiezan a dispersar.

Martín López, un vendedor de playeras de Morena y AMLO, recoge su tendido de la explanada.

"De seguro hubo fraude", dice mientras llena bolsas de plástico con su mercancía.

Y el templete y el Zócalo de la Ciudad de México se quedaron solos.


Osvaldo Robles, Reforma, 2 de julio.

0 Responses to "La soledad del Zócalo"