Optimismo desbordado de consejeros contagió a los representantes priístas


Momentos de la democracia mexicana. Son las dos de la tarde y el Consejo General del IFE recibe el informe de instalación de casillas. Todo un éxito para la institución, afirman. A esa hora, algunos tratan de disimular su euforia y otros no pueden ocultar su decepción. El PRI ya se sentía en el camino de regreso a Los Pinos, con las encuestas de salida como sustento.
El paso del tiempo consolidaría sensaciones. Cerradas las casillas, los priístas ya no ocultan la satisfacción; el PAN se sumerge en un silencio sepulcral y la izquierda no sale de su extrañeza. Compra y coacción de votos, gasto excesivo, medios de comunicación cargados… En suma, los factores del desequilibrio y desigualdad que –según los que van a la zaga– explicaban las tendencias.
Los consejeros tienen sus propias motivaciones para celebrar. Las cifras de instalación de casillas han roto todos los récords desde que el IFE organiza las elecciones; sólo dos, en Oaxaca, no se instalaron –0.001 por ciento– y de 24 más no se tenía reporte anoche por problemas climatológicos o de comunicación. El secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, anunciaba los cierres de casilla, con índices de 99.98 por ciento, y rubricaba: Estas contundentes cifras reflejan un esfuerzo extraordinario de 572 mil 528 ciudadanos que fungieron como funcionarios.
Desde antes de la comida, el representante priísta, Sebastián Lerdo de Tejada, traía la convicción, y las encuestas encargadas por su partido, de que el triunfo era ya irreversible. En eltricolor ya proyectan el cambio de postura para dejar atrás las trifulcas discursivas propias de la campaña para ponderar la importancia que para el país tiene empujar por lareconciliación.
Al paso de la tarde comenzaban a llegar a manos de los priístas más encuestas que consolidaban su optimismo; incluso, los sondeos gubernamentales confidenciales que no podían ocultar que, 12 años después, el PAN devolverá el poder al PRI.
Al anochecer, el Consejo General, se desbordaba en elogios por el éxito de la elección. Lerdo de Tejada anunciaba que darán seguimiento a las quejas y defenderán los votos al extremo, reconocimiento vertical (de que el) que gana, gana, y quien es derrotado asume una posición democrática que beneficie a la República; no es momento de polarizar.
Vino la respuesta del perredista Pablo Gómez. Sin aludir a los resultados, no concedió espacio al optimismo de los consejeros y al triunfalismo priísta: la instalación de casillas es algo normal; el voto de los mexicanos en el extranjero es un desastre; los sistemas informáticos del IFE son atrasadísimos, y luego arremetió contra el discurso priísta, propio de tiempos de la Comisión Federal Electoral.
Compra o romería
El petista Herón Escobar criticó la defensa que los consejeros hacían sobre la elección, y en especial arremetió contra el consejero presidente, Leonardo Valdés: No es un juego de interpretación; diga entonces: no hay robo de urnas, sino donación; diga que no hay armas de fuego, sino pistolas de juguete; diga que no hay boletas excedentes, sino que la sociedad no sabe sumar; diga que no faltan boletas; diga que no hay compra masiva de votos, sino una romería entre priístas y ciudadanos independientes.
El panista Rogelio Carvajal le respondió que los reportes de incidencias apuntan a que son menores. En el PAN había silencio en torno a losexit polls y hacia al anochecer, ante la inminencia del desastre, admitiría que la suerte estaba echada, aunquereconoceremos el veredicto de los ciudadanos.
Los consejeros atajaron:Desarrollamos un proceso democrático; conviene que lo culminemos democráticamente no cuestionando la voluntad del pueblo, reconociéndola; aguardemos las cifras, afirmó Sergio García Ramírez.
Alfredo Figueroa dijo: sólo hubo 3 mil 902 incidentes, el número más bajo de la historia; sólo 2 de las 143 mil 132 casillas proyectadas no se instalaron; sólo en 45 casillas hubo necesidad de tomar ciudadanos de la fila para conformar la mesa de casilla.
A su vez, Marco Antonio Baños sentenciaba: No hay en los precedentes de la historia electoral de México, un proceso en el cual sólo cinco casillas no se hayan instalado.
Macarita Elizondo se sumaba: No se puede descalificar de manera genérica la elección sólo por incidentes aislados; no se deben anticipar conclusiones y no se debe descalificar por descalificar. En su caso, hay aguardar al resultado de las investigaciones.
La sesión del Consejo General se convirtió en una primera revisión del saldo de los comicios, pero en entrevista el consejero Francisco Guerrero resumió: “Hemos remontado en seis años un mar de desconfianza…”
Protesta ciudadana
Lo que se inició como una protesta en contra del IFE por no haber podido votar en las casillas especiales, derivó en un mitin en contra de los resultados de la elección y a favor del candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador.
Después de permanecer horas afuera del organismo electoral, y de no ser atendidos por ninguna autoridad, decenas de manifestantes –en su mayoría jóvenes– reprocharon lacerrazón de las autoridades electorales y advirtieron que el movimiento en contra del fraude electoral se mantendrá.
Al filo de las 11:30 escucharon a través de un altavoz el mensaje de López Obrador y anunciaron que permanecerán en plantón hasta obtener una respuesta oficial a su demanda.
Alonso Urrutia, Fabiola Martínez y Jesús Aranda, La Jornada, 2 de julio.

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