Sacan al PAN de Los Pinos

Dos sexenios fueron suficientes. La brega de eternidad de la que hablaron los fundadores de Acción Nacional en 1939 se convirtió en gobierno en el 2000 y concluyó en el 2012 con un claro voto de castigo por parte de la sociedad.

Tres cuartas partes del electorado mexicano dijo ayer no al partido fundado por Manuel Gómez Morín que, en las últimas dos elecciones presidenciales logró el respaldo de la mayoría: 42.5 por ciento en el 2000 con Vicente Fox como candidato y 35.8 por ciento con Felipe Calderón en el 2006.

Ayer, con Josefina Vázquez Mota como candidata, el PAN llegó a niveles de votación similares a los que tenía en 1994, cuando Diego Fernández de Cevallos obtuvo 9.1 millones de votos en una elección en la que, sin embargo, el blanquiazul se colocó en segundo lugar, con el 25.9 por ciento de los votos.

La derrota del PAN fue llorada ayer por su candidata y los principales liderazgos panistas, pero se construyó a lo largo de todo el sexenio de Calderón.

Está precedida por un descalabro en las elecciones intermedias del 2009, año en el que obtuvo el 30 por ciento de los votos en los comicios para renovar la Cámara de Diputados, lo que hizo que su fracción parlamentaria se redujera de 206 diputados que tenía en 2006 a 142.

Además, la debacle se fue construyendo con una serie de pequeñas derrotas a nivel local.

En 2007 el PAN perdió la gubernatura de Yucatán; en 2009, San Luis Potosí y Querétaro; en 2010, Aguascalientes y Tlaxcala.

A las gubernaturas perdidas, hoy se sumaron dos: Jalisco, donde gobernaba desde 1994, y Morelos, que gobernaba desde el 2000.

A nivel municipal, en este sexenio el PAN fue perdiendo, plaza por plaza, la confianza que le había dado la sociedad en Veracruz, Orizaba, Mazatlán, Aguascalientes, Tapachula, Morelia, Reynosa, Lerdo, Taxco, Cozumel, Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Naucalpan, Tlalnepantla, Toluca, Tecámac, Guadalajara, Zapopan, Cuernavaca, Manzanillo, Guanajuato, San Juan del Río, Tlaxcala, Pachuca y Ciudad Juárez.

Pero no sólo en estados y municipios en los que gobernaba el PAN ha perdido elecciones: durante el sexenio, antes de la jornada de ayer, se habían celebrado 28 elecciones de gobernador. El PAN ganó solamente seis, tres de ellas en alianza con el PRD: Baja California (2007), Sonora (2009); Puebla, Oaxaca, Sinaloa (2010) y Baja California Sur (2011).

 
CRISIS DEL PARTIDO
 
Felipe Calderón, que en 1996 acuñó la frase "ganar el gobierno sin perder el partido" -como lema de campaña interna par convertirse en dirigente nacional-, intervino abiertamente en la vida interna del PAN y hoy es corresponsable de la crisis.

En 2007 desde Los Pinos se operó para sacar a Manuel Espino de la dirigencia nacional. Germán Martínez fue electo presidente del partido en diciembre de ese año, luego de haber sido destapado en Los Pinos y gracias a una operación política diseñada e instrumentada por Juan Camilo Mouriño desde la Oficina de la Presidencia, tal como fue documentado por REFORMA en ese año.

En julio del 2009, tras la derrota en las elecciones legislativas intermedias, Martínez fue a Los Pinos a renunciar al cargo y un mes después, desde la propia casa presidencial, se impulsó a quien lo relevó: César Nava.

En el otoño del 2010 el Presidente alentó la candidatura de Roberto Gil, pero un amplio sector del calderonismo decidió apoyar a Gustavo Madero, quien dirige el PAN desde diciembre de ese año.

La relación de Madero y Calderón, según miembros de la dirigencia y funcionarios del gobierno federal, no ha sido la mejor en los últimos dos años.

Calderón dejó sentir su influencia en el partido en hechos como la elección de consejeros nacionales, en mayo del 2007 y junio del 2010; pero sobre todo en la postulación de candidatos a gobernador.

Dos ejemplos son el ex dirigente panista y ex secretario particular de Calderón, Luis Felipe Bravo Mena, quien perdió en el Estado de México en 2011; y la hermana del Presidente, Luisa María Calderón, quien perdió en Michoacán en noviembre del mismo año.

 
PARTIDO SIN ALMA Y SIN CAUSAS
 
En agosto del 2009, tras la derrota y la renuncia de Germán Martínez, el Consejo Nacional del PAN encargó al panista neoleonés José Luis Coindreau realizar un análisis de las causas de la debacle.

El 12 de septiembre Coindreau entregó al Consejo un documento de 22 cuartillas y seis capítulos en el que se describe a un PAN muy distinto al que Gómez Morin describió en los documentos básicos.

La incapacidad política para hacer frente a los gobernadores del PRI y las maquinarias electorales del tricolor, la pérdida de identidad partidista, los conflictos entre militantes y dirigentes, la imposición de candidatos, el abandono de causas populares y el alejamiento entre el partido y la ciudadanía eran algunos factores.

"En el comportamiento de los panistas no aplica la fuerza de las ideas, sino la fuerza del interés, la nómina y el poder.

"Ya no somos el partido del cambio. Al ganar el gobierno no hicimos un manual de procedimientos panista y asumimos la práctica priista. Los ciudadanos no distinguen al PAN y dicen: 'todos los partidos son iguales'. Se perdió la responsabilidad ética ante el juicio ciudadano", se lee en las conclusiones de ese documento.

 
CAMPAÑA ERRÁTICA
 
Tres años después, el diagnóstico era el mismo y ni la dirigencia nacional del PAN ni la campaña de Josefina Vázquez Mota lo corrigieron.

Gustavo Madero asumió el cargo en diciembre del 2010. Llegó a la campaña presidencial sin secretario de Elecciones (en abril improvisó a Arturo García Portillo), y puso en manos de Juan Molinar (impresentable, aun para la candidata), la estrategia política del partido.

Vázquez Mota, por su parte, fue hilvanando tropiezos desde que asumió la candidatura oficialmente el 11 de marzo en el Estadio Azul: a la escena de los militantes que abandonaban el estadio mientras ella hablaba se sumaron, en los tres meses de campaña, los errores de comunicación, los spots que no funcionaron, los eventos que se cancelaban repentinamente, las pifias en los discursos de la candidata (como cuando llamó a fortalecer el lavado de dinero), la falta de coordinación entre el PAN y el comité de campaña, y la escasa comunicación entre el gobierno federal y la candidata a la Presidencia de la República.

Vino un "golpe de timón" el 9 de abril, presuntamente para corregir el rumbo, pero las cosas no mejoraron hasta el 10 de junio, fecha del segundo debate.

A partir de ese debate, la candidata mostró otra cara y se corrigieron algunos de los errores de logística de los primeros dos meses: hubo plazas llenas, pero los discursos contundentes siguieron ausentes.

En la última semana de campaña, cuando el equipo de Vázquez Mota presumía estar en el "mejor momento de la candidata", el tiempo para ella y para el PAN ya se había agotado.

 
 
 
Voto azul
 
Políticos panistas acudieron a las urnas en diferentes zonas de la capital
 
- Gustavo Madero criticó la disposiciones sobre las casillas especiales, al esperar fila para votar más de cuatro horas.

- Acompañado de su hijo, Roberto Gil Zuarth votó en una escuela primaria en San Ángel.

- Diego Fernández de Cevallos, ex candidato a la presidencia de México, votó en Lomas de Virreyes.


Ernesto Núñez, Reforma, 2 de julio.

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