El gobierno colombiano ofreció no extraditar a Estados Unidos a dos narcotraficantes vinculados a los grupos paramilitares a cambio de que estos respaldaran con votos al presidente Álvaro Uribe para su reelección en 2006, aseguró ayer el abogado Gustavo Salazar. El jurista, defensor de los hermanos Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía, integrantes del clan de Los Mellizos, considerada la principal organización de narcotraficantes del país, el último de los cuales fue abatido por la Policía este martes, afirmó a radioemisoras que el ofrecimiento fue hecho durante el proceso de reelección de Uribe por el entonces ministro del Interior y Justicia, Sabas Pretelt, actual embajador en Roma.
La denuncia se conoce en momentos en que la Corte Suprema de Justicia investiga a la ex congresista Yidis Medina, quien está bajo arresto tras asegurar que el gobierno, a través de Pretelt y otros funcionarios, le ofreció dádivas para votar a favor de la enmienda constitucional que permitió la reelección. Uribe ha rechazado las afirmaciones de Medina y asegurado que su gobierno “persuade” a los congresistas en el trámite de los proyectos de ley y “no compra conciencias”. “Sabas Pretelt, también como en el caso de Yidis Medina, le dijo (a los narcotraficantes): ‘señores, no habrá extradición si ustedes nos ayudan a la reelección’”, dijo Salazar a la W Radio. Salazar afirmó que el supuesto respaldo de los hermanos Mejía, líderes de una banda llamada Los Mellizos, se materializó en votos a favor de Uribe en las zonas donde el grupo paramilitar de sus clientes tenía influencia. “El apoyo no sólo fue de Los Mellizos sino de otros paramilitares”, dijo el abogado.
Por su parte, Pretelt calificó de “absurda” la denuncia y dijo que se trata de una “venganza” del abogado porque sus defendidos fueron excluidos por el gobierno de las negociaciones que entre 2003 y 2006 permitieron la desmovilización de casi 32 mil paramilitares.
Entretanto, el jefe de Estado descartó que Miguel Ángel Mejía se someta a la ley de Justicia y Paz, norma por la cual se desmovilizaron los paramilitares, después que éste expresara su interés de volver a someterse a esa norma.
Los hermanos Mejía se iniciaron en el negocio del narcotráfico en los años 90 y a comienzos de este década entraron en contacto con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), a las que “compraron” en una especie de franquicia uno de sus bloques armados para hablar con el gobierno.
Los mafiosos se acogieron a los acuerdos derivados del proceso de negociaciones, pero retornaron a la clandestinidad en medio de la controversia por la presencia de narcotraficantes en los diálogos entre el gobierno y los paramilitares.
Uno de ellos, Víctor Manuel Mejía, fue abatido junto con dos cómplices durante una operación especial cumplida el martes por la Policía en el departamento de Antioquia (noroeste), y hallado con un uniforme similar al que utilizan los militares estadunidenses en Irak encontraron los policías colombianos el cadáver de Víctor Manuel Mejía, uno de los integrantes del clan de Los Mellizos, considerados como la principal organización de narcotraficantes del país. Por él y su hermano Miguel Ángel, el gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares.
La denuncia se conoce en momentos en que la Corte Suprema de Justicia investiga a la ex congresista Yidis Medina, quien está bajo arresto tras asegurar que el gobierno, a través de Pretelt y otros funcionarios, le ofreció dádivas para votar a favor de la enmienda constitucional que permitió la reelección. Uribe ha rechazado las afirmaciones de Medina y asegurado que su gobierno “persuade” a los congresistas en el trámite de los proyectos de ley y “no compra conciencias”. “Sabas Pretelt, también como en el caso de Yidis Medina, le dijo (a los narcotraficantes): ‘señores, no habrá extradición si ustedes nos ayudan a la reelección’”, dijo Salazar a la W Radio. Salazar afirmó que el supuesto respaldo de los hermanos Mejía, líderes de una banda llamada Los Mellizos, se materializó en votos a favor de Uribe en las zonas donde el grupo paramilitar de sus clientes tenía influencia. “El apoyo no sólo fue de Los Mellizos sino de otros paramilitares”, dijo el abogado.
Por su parte, Pretelt calificó de “absurda” la denuncia y dijo que se trata de una “venganza” del abogado porque sus defendidos fueron excluidos por el gobierno de las negociaciones que entre 2003 y 2006 permitieron la desmovilización de casi 32 mil paramilitares.
Entretanto, el jefe de Estado descartó que Miguel Ángel Mejía se someta a la ley de Justicia y Paz, norma por la cual se desmovilizaron los paramilitares, después que éste expresara su interés de volver a someterse a esa norma.
Los hermanos Mejía se iniciaron en el negocio del narcotráfico en los años 90 y a comienzos de este década entraron en contacto con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), a las que “compraron” en una especie de franquicia uno de sus bloques armados para hablar con el gobierno.
Los mafiosos se acogieron a los acuerdos derivados del proceso de negociaciones, pero retornaron a la clandestinidad en medio de la controversia por la presencia de narcotraficantes en los diálogos entre el gobierno y los paramilitares.
Uno de ellos, Víctor Manuel Mejía, fue abatido junto con dos cómplices durante una operación especial cumplida el martes por la Policía en el departamento de Antioquia (noroeste), y hallado con un uniforme similar al que utilizan los militares estadunidenses en Irak encontraron los policías colombianos el cadáver de Víctor Manuel Mejía, uno de los integrantes del clan de Los Mellizos, considerados como la principal organización de narcotraficantes del país. Por él y su hermano Miguel Ángel, el gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares.
Nota de Clara Vélez y Agencias, Milenio, 1º de mayo.
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