El reporte de Interpol, divulgado el jueves en Colombia y que pone como un firme aliado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, agudizó más la disputa que mantienen los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, con su homólogo colombiano Álvaro Uribe, quienes participan en esta cumbre. Correa y Chávez se saludaron afectuosamente durante la sesión inaugural e ingresaron caminando juntos a los salones de trabajo, mientras Uribe se mantuvo lejos de sus innegables adversarios políticos.
Tras la foto oficial en la explanada del recinto, Chávez comentó algo a Correa casi al oído, lo que refleja la estrecha relación entre ambos, mientras que Uribe eludió las preguntas de la prensa acerca de su conflicto con Quito y Caracas y se mantuvo a distancia de ambos mandatarios durante la cumbre e incluso, según reportes de la prensa, había intercambio de miradas pero no de saludos verbales.
ANTECEDENTE. El conflicto que involucra a estos tres gobernantes, cuyos países comparten fronteras, se remonta al pasado 1 de marzo cuando soldados colombianos atacaron un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.
En la acción murieron más de 20 rebeldes y estudiantes que visitaban el campamento, cuatro de ellos mexicanos, así como el número dos de las FARC, “Raúl Reyes”, cuyas computadoras personales fueron incautadas.
La incursión armada colombiana en Ecuador provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países y Venezuela, que en solidaridad con la nación agredida, cerró su frontera con Colombia y llamó a consultas a su embajador y “congeló” todo nexo.
La tensión aumentó cuando Colombia comenzó a divulgar datos de tres computadoras de “Reyes” que presuntamente vinculan a Chávez y a Correa con las FARC, y que ayer fue parte de los comentarios tras bambalinas.
A su llegada a Lima la noche del jueves, e incluso ayer durante la jornada, Uribe se limitó a decir que el informe de la Interpol es “contundente”, mientras Chávez anunció en primera instancia desde Caracas, que sometería a profunda revisión sus relaciones con Colombia. Ayer, Chávez trató de apartar este polémico tema de la agenda de la cumbre y sólo se limitó a esquivar las preguntas de los periodistas sobre el tema.
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