"Hay que esperar y ver si no se queda todo en el papel", advierte Pollán en entrevista con REFORMA en su casa, en el barrio Centro Habana.
Pollán fue una de las 10 activistas desalojadas a la fuerza la semana pasada de la Plaza de la Revolución mientras reclamaban al Gobierno la libertad de los presos políticos.
Al respecto, Pollán dice que durante el mandato de Raúl Castro la represión contra las Damas de Blanco ha aumentado. Denunció que han sufrido actos de repudio de tropas paramilitares, que no son pueblo espontáneo, como asegura el Gobierno.
"Este ha sido el segundo plantón que hacemos frente al Palacio de la Revolución. El primero fue el 6 de octubre de 2004 para conseguir que trasladaran a La Habana y operaran a un preso de la provincia Granma.
"Entonces conseguimos lo que pedimos, y todo salió bien. Pero en esta ocasión estábamos allí por la liberación de todos los presos, y de eso ni quieren oír. Son hombres inocentes; personas mayores muchos", dijo.
El esposo de Pollán, Héctor Maseda Gutiérrez, es fundador del proscrito Partido Liberal Democrático de Cuba, tiene 65 años, fue detenido en 2003 y pugna una condena de 20 años en prisión acusado de actos contra la independencia y la integridad territorial del Estado e infracciones penales a la Ley 88, de protección de la independencia nacional y la economía cubanas.
Las Damas son acusadas por el Gobierno cubano de recibir financiamiento de Estados Unidos.
La activista dice que no recibe dinero del Gobierno de EU y que en la Oficina de Intereses de ese país en La Habana la dejan usar un día a la semana el internet. También acepta que recibe para su manutención cien cucs (peso cubano convertible a dólares) de organizaciones no gubernamentales, como la Fundación Cubano-Americana.
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